jueves, 3 de marzo de 2016

Nada hay oculto para el Espíritu de Dios. Todo se llega a descubrir.

Nada hay oculto para el Espíritu de Dios. Todo se llega a descubrir. Por ello más vale vivir unidos a la verdad para que puedan ser protegidos por Dios porque quien engaña, se engaña así mismo.
Hay quienes mantienen la boca cerrada y callan las injusticias, los errores, las maldades que mucha gente perversa hace, por cobardía, por temor al qué dirán o que le harán.
¡Quien calla otorga! y eso nadie lo puede negar. Solo quienes son guiados por el Espíritu de Dios son valientes y corajudos y hablan el idioma o el léxico que sea, llamando la atención y corrigiendo para que cambien de actitud y haya igualdad, bienestar y armonía entre todos para que vivan en paz. En un ser humano racional, evolucionado y bondadoso, jamás debe haber maldades, chismes, ni envidias,  ni calumnias ni desprestigios, ni egoísmo, ni competencias porque cuando llueve, los ríos se llenan y hay agua para todos, los árboles se mojan para seguir dando oxígeno puro a todos, las plantas se riegan y hay alimentos y frutos para todos. Y puede haber luz que ilumina a toda la humanidad para que tengan abundante vida, sin distinción alguna para que sean felices y vivan en paz, en igualdad, bienestar y en armonía con el Universo y la Madre naturaleza. "La unión hace la fuerza" Muchos buscan la evolución afuera porque desconocen que el cambio de cada uno es evolución para que haya igualdad bienestar y armonía entre todos. La opresión y el temor invaden a la gente y hace que sus células involucionen y muchos hasta se hacen los sordos y mudos porque según ellos mejor es callar porque quien habla y/o reclama es el ogro, el escandaloso, el malo y según esa gente creen que quedándose callada es buenita. No todo lo que se ve es real porque hay gente hipócrita que aparenta lo que no es y ni siquiera sabe valorar lo que uno hace con tanto amor y cariño. Dios es Amor que ama a sus hijos de buenos sentimientos y respeta el libre albedrío de gente desviada y confundida. Recuerden siempre que Dios jamás prueba ni tienta ni castiga ni condena y menos causa tragedias ni la muerte. Si fuese eso cierto hace tiempo que hubiese enviado un meteorito candente y hubiese hecho ceniza a toda esa gente que hace tantas perversidades. Cada uno tiene un libre albedrío que es libertad para ser ser feliz y vivir en paz. El problema de cada ser  humano es que se olvidó de ello y se comportan exactamente como seres involucionados como bestias salvajes que lastiman, hacen daño y andan buscando a quien devorar. Y peor aún hay gente que se deja envenenar por mentiras, chismes y calumnias y por permitir dejarse envenenar acaban por terminar igual que esa gente.
Comprendemos la indignación que han de sentir muchos por la decepción de ver tanta injusticia, violencia, delincuencia, tragedias y desastres pero le sugerimos de corazón que  cuando vean con sus propios ojos que alguien está cometiendo una injusticia, se lo digan de frente en su cara y jamás callen lo que sientan y hablen lo que tengan que decir para acabar con tanta perversidad, hipocresía y apariencia. Verán que paz se siente porque vivirán con la conciencia tranquila de saber que nunca fueron ni son cómplice de la maldad de nadie.