sábado, 17 de diciembre de 2011

Si engañas, te engañas.

Si engañas, te engañas.
Acepta a la verdad y deja de transformarla
en engaño porque tu solo te seguirás haciendo
mas daño.

Si engañas, te engañas.
Acepta al Amor y deja de causar tanto temor
que tu solo te seguirás causando sufrimiento,
angustia y dolor.

Si engañas, te engañas.
Acepta al Perdón y deja de provocar tanto
odio que tu solo caerás en tu propio abismo
y opresión.

Si engañas, te engañas.
Acepta a la Vida y deja de llevar a muchos
a la muerte y a la transformación que tu solo
permites que tu mundo sea un títere, marioneta
y robots.

Si engañas, te engañas.
Reconoce que por desconocimiento e ignorancia
hiciste de tu cuerpo un sepulcro de cadáveres
llenos de virus, bacterias, parásitos y hongos
oportunistas que degeneraron a muchas energías
en despiadadas llenas de revancha
y venganza.

Si engañas, te engañas.
Reconoce que estuviste vagando sin rumbo
y sin dirección, confundido, desorientado
y equivocado dando vueltas en el desierto
con hambre y con sed de amar
y de ser amado.

Si engañas, te engañas.
Reconoce que estuviste ciego y esclavizado en
medio de la oscuridad porque solo un Espíritu de
luz te iluminará con sus palabras iluminadas y te
dará la libertad que tanto
anhelabas.

Si engañas, te engañas.
Acepta que vives en un cuerpo humano
evolucionado y racional y que dejaste de ser
involucionado e irracional, así que deja de andar
a la defensiva comportándote como
un animal.

Si engañas, te engañas.
Acepta que tu cuerpo es un hogar, un templo,
un reino de los cielos, un microcosmos, un
mini planeta, un mundo que es tu propio mini
universo. De ti depende que lo valores para que
te den la mejor riqueza que es Vida y Vida
en abundancia.