sábado, 3 de diciembre de 2011

A nada temo ni temeré.

A nada temo ni temeré.
Porque a nadie ofendo, ni hiero, ni
humillo. Tengo buenos sentimientos
y de nada me lamento por ello vivo
sin ningún remordimiento.

A nada temo ni temeré.
Ninguna duda, ningún instinto, ningún
impulso ni ninguna debilidad me
domina ni me controla porque
vencí  a todo deseo de poseer, apego,
obsesión, obstinación
y ambición

A nada temo ni temeré.
Porque tengo poder, fortaleza y valentía
de defender y proteger a mi cuerpo y con
coraje corrijo y echo afuera a todo lo que
perturbe la paz de
mi mundo.

A nada temo ni temeré.
Porque tengo una gran riqueza en mi mundo
que es abundante Vida y jamás se podrá
comparar a las falsas riquezas que llevan
al abismo y nada ni nadie me podrá engañar
ni enredar con ello.

A nada temo ni temeré.
Porque jamás cambiaria el Amor, a la Verdad,
al Perdón y a la Vida por un momento de
pasión y lascivia que solo causa dolor que
lleva al temor, al engaño, al odio
y a la muerte.

A nada temo ni temeré.
Porque unida a mi Espíritu somos uno solo
y juntos tenemos la mejor de las armas que
es amar y dar Vida que derriba a toda prueba,
a toda tentación, a toda adversidad y a todo
obstáculo.

A nada temo ni temeré.
Porque gracias a mi Espíritu, alma y cuerpo soy
libre y hoy me iré a otros senderos a contarles
quien me dio libertad de amar y ser amada y
también les daré esa misma libertad
de amar.

A nada temo ni temeré.
Porque mi Espíritu y yo somos Guerreros del Amor,
ya que siempre estaremos interconectados a nuestro
Padre del Universo, a nuestra Madre Naturaleza, a
nuestros hermanos Celestes, Angelicales y
Espirituales que son un solo Dios
todo poderoso.