lunes, 5 de septiembre de 2011

“Amar y entregar el corazón mutuamente sin perder la razón”

Amar y entregar el corazón mutuamente sin perder la razón, es lo más hermoso que existe en el Universo, porque aun a la distancia se siente la vibración y el sincronismo de la unión de buenas energías.
Nuestra mejor casa, nuestro hogar es nuestro cuerpo que es un mundo de infinito Amor y abundante Vida, que es la mejor riqueza que se puede compartir con toda la humanidad. Por ello es que deben evitar subyugar, atar y esclavizar a sus cuerpos y energías. Libérenlas a cada segundo de la misma forma como respiran, miran y oyen.
Que paz se siente cuando damos paz, porque la paz da Vida, ya que esta interconectada al Amor incondicional y esa misma paz es retribuida a toda la humanidad que sabe amar y dar completa y armoniosa paz.
La felicidad está en nuestras manos y dejemos que siempre estén abiertas para que muchas energías entren, se renueven de Amor y sean para siempre libres.
Agradezcamos al Espíritu de Amor que habita en cada uno de nosotros y a todas las almas que se dejan guiar por la sabiduría divina y nos instruyen con palabras de aliento, para conocer y aceptar a la Verdad, al Perdón, a la Vida y al Amor.
El Amor renueva a la Verdad y con su perdón da Vida a toda la humanidad.
Empecemos por despegarnos de todo lo que pueda atrasar nuestra evolución espiritual y hagamos lo mejor que podamos de nuestro cuerpo que es nuestro propio mundo, para generar las mejores energías que ayuden al Amor a renovar a toda la humanidad.
Cada uno, uniéndonos a la Verdad tenemos el control de nuestra mente y de nuestro propio cuerpo y nada ni nadie perturbará nuestra paz.
Alimenten al cerebro pequeño con alimentos puros, ya que de ello dependerá que energías le dan al cerebro grande y también hagan lo mismo con el cerebro grande, ya que a las energías se les debe alimentar en todo tiempo con buena información que sean palabras de bendición, de bendecir, bien decir, decir bien para que el cuerpo tenga completa paz, sanidad y libertad.
El matrimonio de este mundo es firmar un papel que es simplemente formalismo para complacer la necesidad de la hipócrita sociedad. El único y verdadero anillo que une y para siempre es la unión con el Espíritu de Amor incondicional.  
Lo importante es amar, respetar, valorar, confiar, ser fiel, leal con su propio cuerpo y con su pareja. Aléjense de todo lo que les pueda contaminar y nunca permitan que nada  ni nadie los separe del Amor incondicional ni que les perturben su paz y su felicidad, ya que unidos jamás serán vencidos.
La fidelidad, la sinceridad y el respeto hacia uno mismo y a los demás, viene del Amor incondicional que jamás exige ni pide nada a cambio, ya que de cada uno depende si acepta la Verdad que les da completa libertad.
Amen sin condiciones, sin celos, sin deseos de poseer, sin apegos, sin obsesión, sin competencia, sin revancha y sin venganza.
Dejen de atemorizar, subyugar, atar, esclavizar y encadenar. Reconozcan que todos los cuerpos y energías son libres y nada ni nadie puede pretender creerse dueño de lo que nunca les perteneció ni les pertenecerá.
Cuando toda la humanidad decida reconocer a la Verdad que es su propio cuerpo, ese día aceptará que es el único camino que los lleva al Espíritu de luz que les iluminará y les llevará a la libertad de amar y ese mismo Amor lo compartirán con la humanidad y todo el pasado quedará atrás.