jueves, 17 de febrero de 2011

“Las Luciérnagas y las Estrellas”


En un mundo mágico, había muchas luciérnagas, que estaban enamoradas, de muchas estrellas del cielo, se amaban y se comunicaban entre ellas, a la distancia. Un cierto día, mientras volaban contentas, iluminando la oscuridad, apareció un sapo, que se las quiso comer. De pronto, escuchó la voz de las estrellas en eco, que le decían: ¡Si te comes a todas las luciérnagas, desaparecerá la luz y habrá oscuridad, en el mundo mágico! Ya que nosotras, que les iluminamos, también desapareceremos, de esté mundo, porque estamos interconectadas, por la misma luz. El sapo asustado preguntó: ¿Uds. También Hablan? Las estrellas le respondieron: ¡Claro que si! Nosotras, siempre nos comunicamos, a través de las luciérnagas e iluminamos a todos los mundos, por una misma luz, que viene del Sol y la Luna, que están, en el Universo y estamos unidas, a todas las luciérnagas, que se encuentran, en todos los mundos mágicos. Lamentablemente, en muchos mundos viven, equivocados y confundidos, por ignorancia, se  comen a las luciérnagas que les iluminan, se quedan en la oscuridad y viven ciegamente, chocándose los unos a los otros y van cayendo en huecos, que ellos mismos cavan. El sapo le dijo: Eso quiere decir, que sin las luciérnagas, viviríamos en la oscuridad, en el mundo mágico. Las estrellas le respondieron: !Así es! Por ello, es que deben valorarlas, cuidarlas y protegerlas. El sapo arrepentido y con lágrimas en los ojos, miró avergonzado a las luciérnagas y les dijo: ¡Perdónenme, por haberles lastimado! yo ignoraba, que Uds. eran la luz, que iluminan a nuestro mundo mágico y por eso me comí a muchas, para satisfacer mi hambre. De pronto, por la boca del sapo, salían miles de luciérnagas, volando y el mundo mágico, fue más iluminado, porque también aparecieron, más estrellas en el cielo. El sapo dijo: A partir de hoy, nunca más atentaré, contra la vida de nadie, comeré de las hojas y de los frutos, que nos provee incondicionalmente, mis hermanos mayores, que son los árboles y plantas. E iré a decirles, a todos mis hermanos, que debemos amar, valorar y cuidar a todas las luciérnagas, para que sigan iluminando, nuestro mundo mágico. Las estrellas, unidas a las luciérnagas, estaban felices, por el Amor incondicional, que todas sentían, aún a la distancia. Muy contentas las luciérnagas, se posaron en el lomo del sapo, lo iluminaron, del mismo Amor y unidos fueron a dar, esta buena noticia, hasta el último rincón, del Mundo Mágico.