miércoles, 26 de enero de 2011

“Paciencia, Humildad, Soberbia y Humillación”

Dos parejas vivían en un mismo edificio y en diferentes departamentos, una pareja se llamaban  Paciencia y  Humildad y la otra pareja se llamaban Soberbia y Humillación. En el hogar de Paciencia y Humildad había una perfecta paz. En cambio en el hogar de Soberbia y Humillación se escuchaba gritos, insultos y golpes diariamente. Un cierto día Paciencia y Humildad, escucharon más gritos y escándalos que otros días, ambos decidieron ir a defender y rescatar a esa pobre mujer. Humildad tocó la puerta y Soberbia abrió y con groserías dijo: *&*%&*&% ¿A que han venido? Paciencia le dijo: necesitamos conversar con Ud. Soberbia groseramente respondió: ¡%*&%*& Yo no tengo nada que hablar con Uds. así que pueden irse por donde llegaron! Paciencia con voz enérgica dijo: !Lo sentimos pero Ud. nos respeta y nos va a escuchar ahora! Humildad dijo: hemos venido ayudar a su esposa porque Ud. la insulta y la golpea todos los días. Soberbia nuevamente con groserías dijo: ¡Váyanse de aquí *&%*&%*! y quiso golpear a Humildad. Paciencia lo agarró y le dobló el brazo hacia su espalda y enérgicamente le dijo: ¿Que te pasa? ¿Con quién crees que estás? Soberbio gritando y con groserías dijo: *&*%&*%& ¡suéltame! Paciencia le dijo: te voy a soltar si te calmas, Humildad entró y vio tirada en el piso a Humillación, ella ensangrentada y sollozando dijo: ¡Por favor váyanse! No se metan Humildad dijo: mujer ¿Qué sucede? ¿Donde está tu autoestima? ¿Porque dejas que este hombre te insulte y te golpeé? Soberbia gritando groseramente dijo: ¡*&*&* &* ella es mi mujer y yo la trató, como a mí me da la gana! Paciencia energicamente volvio a decirle: !Esta es la última vez que te advierto, que respetes a mi esposa, caso contrario, sabrás quien soy yo, cuando se trata de defender a una mujer, porque una cosa es ser humilde y otra es dejarse humillar! Humillación llorando dijo: yo tengo que soportar todo esto, porque el es mi marido y no tengo familia y ni siquiera tengo donde irme. Humildad la ayudó a levantarse y le dijo! Ven mujer! Mi esposo y yo te ofrecemos nuestro hogar, para que vivas con nosotros. Humillación asustada y llorando respondió: ¡Si me voy, el me va a matar! Paciencia con voz enérgica le dijo a  Soberbia: !Así que te gusta amenazar, veremos si después que te lleve ante los tribunales, te atreves a hacerlo. Humildad llevó a Humillación a su hogar y llamó a las autoridades respectivas, mientras que Paciencia lo sujetaba, para que detuviesen a  Soberbia. El día del juicio, el juez dio el veredicto, un año de cárcel para Soberbia y Humillación se iba a quedar con el departamento y todas las cosas. Soberbia la amenazó, que la iba matar, el día que saliera de la cárcel, las autoridades lo callaron a golpes y lo encerrraron en el calabozo. Un mes antes que Soberbia saliera de la cárcel, otros presos más avezados que él, lo mataron. Paciencia y Humildad, le dieron mucho Amor y ayudaron a Humillación a elevar su autoestima y sobre todo a olvidar los momentos, que vivió de esclavitud, chantajes, ultraje, sufrimiento y dolor.