lunes, 10 de enero de 2011

“El Universo, la Madre Naturaleza y sus hijos”

Un cierto día el Padre Universo después de mucho tiempo se encontró con la Madre Naturaleza, conversaban y recordaban sobre el libre albedrío y la libertad que ambos les habían dado a todos sus hijos que eran todos los planetas y todas las estrellas. Ambos se sentían muy tristes porque la Madre Naturaleza se tuvo que separar del Padre Universo para cuidar a sus hijos que se fueron a formar su propio mundo en  el planeta tierra, ya que lamentablemente ninguno hizo un buen uso de su poder energético y de su libertad. Todos se habían transformado en mil transformaciones, entre ellos en seres inhumanos depredadores que vivían desorientados y confundidos en medio de mucha competencia, egoísmo, envidia, orgullo, soberbia, vanidad, ambición, pasión, obsesión, deseo, lujuria, etc. Se creían dioses y sabios; muchos de ellos habían formado cuatro falsos poderes donde esclavizaban, dominaban y manipulaban como títeres, marionetas y robots a muchos de sus hermanos y todos sus errores hechas acciones que eran energías o almas se transformaban en revancha y venganza que provocaban enfermedades, sufrimiento, dolor, accidentes, guerras,  tragedias, desastres, fenómenos sobrenaturales, etc. Y estos culpaban al Padre Universo y a la Madre Naturaleza de todo ello. También recordaron cuando sus hijas mayores que eran las Ángeles estrellas, para evitar que sufrieran sus padres decidieron irse a escondidas atrás de sus hermanos, algunas se convirtieron en nubes, mar, ríos, peces, animales herbívoros para proveerles de agua y buenas energías y otras se convirtieron en árboles y plantas para así poder entrar a sus cuerpos a cuidarles, proveerles de oxigeno y alimentos para que siempre vivieran interconectados a ellas y a sus padres para que de esa forma los pudiesen ayudar a tener Amor y sean felices, a pesar de la ingratitud de ellos, ya que nunca les dieron ni las gracias. Todos los seres inhumanos, cazaban, capturaban y mataban a los peces, animales herbívoros para satisfacer sus necesidades etc. y muchos hasta eran como muertos vivientes porque se comían las carnes podridas cadavéricas contaminando su cuerpo, el ambiente, el mar y ríos. Y a los árboles y plantas  los talaban y maltrataban diariamente para transformarlos y seguían satisfaciendo sus necesidades absurdas sin importarles ni sus propias vidas. Sus hijas menores que eran las Ángeles estrellas escucharon a sus padres todo lo que había sucedido con sus hermanos y decidieron hacer lo mismo que sus hermanas mayores e ir al mundo, esta vez ellas se convertirían en seres humanos para hacerles ver sus errores a todos sus hermanos, para que se enmienden y dejaran de causarse dolor y sufrimiento entre ellos, escribieron una carta a sus padres donde les decían que ellas le iban ayudar a regresar a todos sus hijos. Los padres encontraron la carta y se echaron a llorar, porque era imposible evitar la decisión de ellas, ya que también tenían su libre albedrío y su libertad. La Madre Naturaleza muy acongojada se despidió del Padre del Universo y le dijo que El siguiera cuidando a todos sus hijos que estaban en el firmamento, que ella se iba encargar de seguir cuidando a sus hijos que estaban en el planeta tierra. Fue así que las Ángeles estrellas menores fueron al planeta tierra, se convirtieron en seres humanos y se repartieron para ayudar a todos sus hermanos. Eran muy espirituales y enseñaban amarse los unos a los otros, sanaban de enfermedades físicas y mentales, muchos de ellos fueron encerrados, despreciados, insultados, humillados, calumniados, maltratados, agredidos, azotados, apedreados, crucificados y hasta quemados. Como ellos sabían que eran energías o almas y que  tenían vida eterna, porque sentían mucho amor por todos sus hermanos; se iban a otros lugares, persistían e iban de cuerpo en cuerpo y volvían a nacer en otros cuerpos, siguieron enseñando y escribiendo que: Para Dios un día es como mil años y mil años como un día y jamás quiso que nadie sufriera ni perezca porque es un “Dios de Amor” que nunca probó, ni prueba, ni tienta, ni castiga, ni enferma, ni juzga, ni condena ni destruye a nada ni a nadie y que cada uno tiene libre albedrío y libertad,  que son responsables de sus actos y arquitectos de su destino, para hacer de su vida un mundo mejor, ya que todos tienen mucho poder que es su energía y que su energía eran almas que tienen que ser renovadas en un Amor incondicional, para que acabara tanta revancha y tanta venganza para que se ayuden y se amen los unos a los otros,  porque esa era la única forma de estar interconectados a sus padres y a todos sus hermanos Guerreros del Amor. Esta Verdad se fue difundiendo hasta el fin del mundo y a pesar que sufrieron mucho, La Madre Naturaleza, muchas Ángeles estrellas convertidos en nubes, mar, ríos, peces, animalitos herbívoros, árboles, plantas, y humanos humildes; lograron que todos recapacitaran de su error y regresaron al lado del Padre Universo. La Madre naturaleza cansada y muy agotada abrazo al Padre del Universo y a todos sus hijos, ese día hubo fiesta y todos ellos jamás se volvieron a separar y tuvieron un mundo de Amor, Paz, Alegría, Paciencia, Amabilidad, Bondad, Fidelidad, Humildad y Dominio Propio hasta la eternidad.