viernes, 21 de enero de 2011

“Las hormiguitas que difundieron el Amor incondicional”

Había dos ejércitos de hormigas, las hormigas asesinas y las hormiguitas herbívoras. Las hormigas asesinas estaban conformadas por: hormigas reinas,  soberbias, orgullosas, vanidosas, flojas, amargadas y convenidas. Estas eran depredadoras y les gustaba facilmente tender trampas para cazar, esclavizar, matar, comer bichos y toda clase de carnes. Las hormiguitas herviboras estaban conformadas por: hormiguitas colaboradoras, humildes, inteligentes tiernas sensibles, bondadosas, alegres y serviciales. Estas hormiguitas eran herbívoras y todas laboraban unidas y se turnaban para ir a recoger sus alimentos sin atentar contra la vida de nadie. Un cierto día una de las hormiguitas colaboradoras humildes sugirió a las demás hormiguitas ir al reino de las hormigas asesinas para que ellas les ayuden a liberar, unir y reunir a todas las hormigas en general porque muchas de ellas estaban esparcidas, esclavizadas y divididas y el sueño anhelado de esta hormiguita herbívora era que todas fuesen libres, herbívoras y viviesen juntas en armonía y en paz. Todas estuvieron de acuerdo y enviaron a un grupo pequeño a visitar y conversar con las hormigas reinas soberbias, cuando llegaron las hormigas asesinas las quisieron esclavizar y comérselas, pero una de ellas les dijo valientemente con voz de autoridad y coraje: Hemos venido en son de paz y a conversar con la reina mayor de uds. La reina salio y les dijo: que es lo que quieren conmigo. La hormiguita valiente le dijo: Queremos conversar con Ud. En paz y sin guerra. La reina soberbia le dijo pasa tu sola y el resto que espere afuera. La hormiguita valiente entró al palacio y le dijo a la hormiga reina: He venido a hablar con  Ud. Por ser la reina de todas las hormigas y quiero decirle que tengo un sueño muy lindo que me agradaría se haga realidad. La reina hormiga le dijo: ¿Cual es tu sueño? Que Ud. Libere a nuestras hermanas que las tiene esclavizadas, que haya igualdad entre todas, que reunamos a todas las hormiguitas del mundo, que vivamos juntas laborando unidas y nadie cace, ni sea esclavo, ni mate, ni pase hambre, ni sufra, ni sea errante, ni pase frió. La reina soberbia se rió a carcajadas y dijo: Estas loca ¿Que te pasa? como se te ocurre que yo y mi reino vamos a dejar de ser reinas para ser plebeyas como uds. La hormiguita valiente humildemente y con voz entrecortada le dijo: Por causa de uds. y habitantes asesinos, depredadores e insensibles en esta tierra muchos inocentes estamos pagando las consecuencias, porque ignoran lo que es el karma que significa: causa y efecto, ya que nada es casualidad sino que es causal en conclusión toda causa tiene un efecto. Siendo yo una plebeya como me trata Ud. lo entendí sin necesidad de ser una reina, soberbia, ni orgullosa, ni vanidosa como Uds. Además que también muchos ignoran que  nuestros hermanos mayores que son los árboles y plantas nos dan oxígeno y nos brindan alimento gratuitamente, por ello es que amo y valoro la Vida de todos y lo comprendí porque muy dentro de mí nace un sentimiento llamado Amor, que me da estas palabras de sabiduría para hacerle entender a Ud. Que todo lo que hemos sembrado todo este tiempo, hemos cosechado nosotros y nuestros descendientes, que solo tomando conciencia y cambiando vamos a ser un ejemplo para los demás seres vivos. La hormiga reina soberbia le dijo: Tú crees que las demás especies van a cambiar ja, ja, ja... no me hagas reír, si los seres humanos siendo hombres y mujeres, que deben ser el ejemplo de nosotros, ni siquiera lo hacen como pretendes que nosotros lo hagamos. La hormiguita valiente le dijo: Precisamente nosotras tenemos que ser la excepción, por eso es que mis hermanas y yo valientemente hemos venido hasta aquí, arriesgándonos a que nos esclavicen y hasta que nos comiesen para decirle todo lo que aprendí sin necesidad de maestros ni sabios para que Ud. También lo sepa y juntas podamos lograr vivir en paz, bienestar y armonía, así acabaríamos con tanta venganza y revancha, porque los demás seres vivos, viendo que nos hemos unido y entre nosotras ya no hay trampas, esclavitud, cacería ni muerte, ellos sigan nuestro ejemplo. La hormiga reina soberbia abrazó a la hormiguita valiente y con lágrimas en los ojos le dijo: Perdóname por haberte ofendido e insultado, me doy cuenta que yo soy una reina pero soy una ignorante y bruta, porque todo este tiempo jamás supe lo que era amar y ahora que tu me has hecho ver mis errores tan humildemente y con tanta bondad, al fin se lo que es amar sin condiciones, te doy las gracias por haberme enseñado a amarme y a amar y te prometo que se hará realidad tu sueño, ya que ese maravilloso sentimiento que es el Amor que tienes y lo has compartido conmigo tiene que ser libre y difundido a todos los seres vivos de este mundo, incluyendo a los hombres y mujeres que son mas depredadores que nosotros. Fue así como las hormigas reinas dejaron de cazar, de  esclavizar y de matar, todas se volvieron herbívoras y lograron reunir a todas las hormiguitas de todas las naciones, ya no existían reinas ni plebeyas, todas laboraban juntas y se turnaban  para recoger sus alimentos, vivían unidas y felices difundiendo lo que era amar incondicionalmente, lograron que sus peores enemigos que eran los osos hormigueros, también sean herbívoros, todos llegaron hasta el ultimo rincón del mundo y con mucho amor y esfuerzo se realizó el sueño anhelado de esta hormiguita valiente y de amor incondicional y todos los seres vivos fueron un ejemplo de Amor incondicional y todos vivieron felices, en igualdad, bienestar y armonía hasta la eternidad.