sábado, 2 de abril de 2016

En problema de dos o más, el justo sobra.

En problema de dos o más, el justo sobra porque quien tira la piedra y esconde la mano y le encanta hacer maldad, le gusta el chisme y la hipocresía y peor aún le encanta vivir de apariencias, siempre aparentará ser una persona buena para seguir haciendo daño a las espaldas de los demás y todo porque es gente infeliz, fracasada y envidiosa.
Quien quiera ganarse el respeto y la admiración de los demás, quien quiera ganarse un buen nombre, quien quiera ganar un concurso, quien quiera tener una buena fama, quien quiera tener un título, quien quiera tener una buena posición económica  etc. que se lo gane limpiamente y honradamente y deje de injuriar, calumniar y difamar a personas bondadosas, optimistas y emprendedoras que cualquiera sea su posición económica, su físico, su color, su raza, su talla, su opción sexual, etc. Ninguna gente mala y perversa que es hipócrita, envidiosa, fracasada e infeliz tiene porque venir a perturbar la vida de quienes viven felices y en paz.
Jesucristo dio la vida por todos y hasta el día de hoy sigue  iluminando la vida de muchos con su luz divina, les cuida, les protege y les salva de la muerte para permitir que el Espíritu de Dios corrija y llame la atención y todos tengan humildad de aceptar la corrección porque el Espíritu, alma y cuerpo de cada uno tiene que ser un ejemplo de bondad con toda la humanidad y con toda la creación incluyendo toda especie de animales.
Ninguno debe ser cómplice de la maldad e hipocresía de otros y nunca callen, y  siempre permitan que el Espíritu diga lo que tenga que decir por medio de personas justas y sinceras para acabar con tanta apariencia y con tanta hipocresía y falsedad.
Aquellos que dicen ser cristianos y espirituales que demuestren su bondad, basándose en el amor que es Dios, que les brinda todos los recursos naturales como prueba de su amor hacia toda la humanidad.
Dejen que el Espíritu de Dios les defienda y les proteja como siempre lo hizo y lo hace. Lean las cartas de los Apóstoles como lo que son cartas de autoayuda. Ahí encontrarán la verdad y nada más que la verdad.
Retengan todo lo bueno que viene de Dios y sabrán que es un Dios de amor, que jamás prueba, ni tienta, ni enferma, ni juzga, ni condena, ni mata, ni causa tragedias ni desastres.
Agradezcan a Jesucristo por hacer de su cuerpo un Paraíso donde el Espíritu de Dios guía, cuida defiende y protege su vida y es la única manera que pueden vivir en paz, libre de remordimientos de conciencia porque nunca hicieron ni hacen daño a nadie y menos a un indefenso animalito por eso siempre defiendan a sus hermanos como son: pollos, gallinas, vacas, pavos, patos, toros, vacas, cerdos, cabritos, pescados, etc... Que también merecen que  respeten su hábitat y los dejen vivir en paz.
Cada uno se castiga con sus propias malas acciones e hipocresías, por degenerar a sus células y a sus energías que son transformadas en enfermedades físicas y mentales, cortocircuitos, accidentes, conflictos, guerras, fenómenos innaturales como: terremoto, maremoto, huracán, tornado, etc.
Recuerden siempre que la materia y la energía jamás se destruyen sino solo se transforman. Todo tiene una causa y un efecto, todo lo que se siembra se cosecha y todo lo que se da se recibe hasta la tercera generación.