martes, 5 de abril de 2016

Cada día que pasa se ve mucha involución del ser humano.

Cada día que pasa se ve mucha involución del ser humano y todo porque tiene apego y obsesión al dinero y a las cosas materiales, que se olvidan hasta de su propia vida y llegan hasta matar por ello.
Ni Dios ni nadie puede hacer nada para evitar el sufrimiento, la angustia y el dolor, que se causan unos a otros por permitir que sus instintos, impulsos y debilidades, les dominen y les controlen a tal punto de comportarse como bestias salvajes e irracionales dando el peor de los ejemplos en sus cuerpos.
En miles de mensajes venidos del universo, que parecen repetitivos, se les advierte y se le previene para que tengan cuidado de entes y microorganismos involucionados, que están lastimando y exterminando a toda la humanidad para que sean un vampiro energético más y sean transformados en viles delincuentes, y ataquen sin piedad, a quienes denuncian y enseñan que se enfrentan a entes de la oscuridad y luchan y batallan por la paz mundial para que cada uno aprenda a cuidar, defender y proteger su vida y haga de su cuerpo un paraíso, un reino de los cielos y haya igualdad, bienestar y armonía entre todos.
Es inconcebible ver como hay tanta frialdad e indiferencia de gente toxica, egocéntrica, avara, mezquina, materialista y consumista, que nada hacen por su vida ni por la vida de nadie porque se han acostumbrado a tenerlo todo fácil, sin hacer nada por nadie ni intentar hacer el más mínimo esfuerzo por cambiar para también ser una persona de buenos sentimientos. Esa gente toxica y vampirezca es exactamente como un virus y un parásito más, buscando a quien lastimar y conseguir sus propósitos y beneficios a costa de lo que sea.
La ambición y el mismo interés y el beneficio propio de esa gente toxica e involucionada, les ciega el entendimiento y lo tiene bloqueado porque han hecho de su cuerpo un sepulcro, una tumba de cadáveres de animales, exactamente como los zombis en las películas de terror y eso mismo se refleja en su exterior, aun cuando muchos se disfrazan de ovejas y por dentro son lobos feroces, que se comen entre ellos hasta exterminar su propio cuerpo, que es su propio mundo y después están buscando a quien lastimar y devorar sin piedad.
Es tanto el egoísmo y la envidia, que posee esa gente toxica e hipócrita, que se disfraza de personas buenas para engañar, conquistar y cautivar a mucha gente incauta, que les creen sus falsedades para satisfacer sus propias conveniencias. Y es así como mucha gente se contagia con esa toxicidad, que es veneno mortal para su vida y termina igual que esa gente.
Poca es la gente que tiene voluntad de cambiar de actitud de reconocer y enmendar sus errores para ayudar en esta labor y en la obra de Dios, que es hacer todo lo bueno lo agradable y lo perfecto para vivir en paz y tener la valentía de enseñar a todos a valorar su vida. Y esta ardua labor es muy dolorosa, sacrificada y cansada porque la carga de microorganismos y entes energéticos involucionados es rebelde, muy pesada y muy difícil de renovar, ya que hacen una terrible guerra en cada cuerpo, igual como las guerras que hacen externamente y hasta lastiman y exterminan.
Son contaditas las personas valientes y justas, que valientemente y corajudamente llaman la atención, enseñan, corrigen y se enfrentan a gente mala, toxica, venenosa y contaminada para que dejen de hacer tanto daño a la humanidad y al Universo.