martes, 14 de diciembre de 2010

“Un árbol hecha mujer y una mujer hecha árbol”


Un cierto día una mujer estaba al pie de un árbol y llevaba en la mano un veneno mortal y sollozando decía: soy inservible, soy un estorbo para mi familia, mi esposo nunca me amó, acabaré con esta vida que solo me hizo sufrir.
De pronto escuchó una voz que salía del Árbol que le decía con una voz muy tierna: deja de llorar linda mujer que al igual que yo eres un filtro que limpia al mundo de sus errores y a cambio le damos buenas energías, oxigeno y frutos.
Ella le preguntó: ¿Quien eres tú? El árbol le respondió: Soy un ángel igual que tú, solo que mi transformación es hecho árbol y tú una mujer.
Te voy a proponer un trato que ambos cambiemos de cuerpos por un día, yo seré una mujer y tu un árbol.
Fue así como ella le contó toda su vida detalladamente y ambos cambiaron de cuerpos.
El árbol hecha mujer se fue a su casa y la mujer hecha árbol se quedó en su lugar.
El árbol se encontró con el esposo de la mujer, el la miraba extrañadamente porque era muy diferente a la persona que conoció, se vistió mas moderna, se había ido  a un salón de belleza, era mas optimista, era mas alegre, mas didáctica y todo lo hacia cantando.
Llegada la noche el esposo quiso intimar con ella y el árbol hecha mujer con mucho amor le dijo: Esposo mío nunca antes hablé con sinceridad contigo y siempre cedí a todo lo que siempre quisiste desde que nos casamos, a partir de ahora me iré a laborar afuera porque me cansé de esta rutina diaria, contrataremos una empleada para que atienda los quehaceres del hogar hasta una cierta hora y ambos compartiremos los deberes que nos corresponda a cada uno, a partir de hoy  ambos tomaremos las decisiones en este hogar y solo nos uniremos íntimamente de mutuo acuerdo el día que ambos lo anhelemos.
El hombre la miró con cólera y el gritó: Yo soy el hombre y mandó y mandaré siempre en esta casa y tú eres mi mujer que tiene que someterse a todo lo que yo diga.
El árbol hecha mujer le dijo: Te equivocas amorcito porque tanto tú como yo somos dos seres humanos con sentimientos, ambos nos unimos desde el primer día para amarnos y respetarnos en las buenas y en las malas y todo este tiempo yo sola puse el ciento por ciento y nunca me dejaste ni hablar así que amado esposo o cumples mi propuesta o caso contrario me iré de esta casa y para siempre.
El hombre avergonzado la abrazó y le pidió perdón porque nunca antes su mujer le había dicho esas palabras tan tiernas y de reflexión.
Ambos se acostaron abrazados como dos hermanos sin intimar.
Al día siguiente ella se levantó temprano y fue a buscar una buena labor en una empresa de recepcionista  e inmediatamente se lo dieron por la buena presencia que tenía. 
Cuando regresó a casa se encontró con nueva empleada y todo estaba radiante y encima de la mesa había un macetero de rosas muy hermosas con una notita que decía: “Con todo mi Amor para mi árbol mujer que es el oxigeno de mi vida” Se había cumplido las 24 horas y el árbol mujer regresó al parque donde había quedado la mujer árbol y ambos volvieron a tener sus mismos cuerpos.
Ella abrazo muy fuerte al árbol y le dijo con lágrimas en los ojos: Ahora entiendo lo que  quisiste decir cuando dijiste que éramos iguales, ahora valoro mi vida y a partir de ahora levantaré mi autoestima, me arreglaré, seré mas optimista, mas alegre,  iré a un salón de belleza para verme mas linda y arreglada conversaré con mi esposo y le diré todo lo que siento porque también quiero laborar para colaborar con los gastos del hogar.
El árbol le respondió: ve a tu casa tranquila que yo ya  hice todo eso por ti y te conseguí una buena labor para que labores en paz y tu esposo te espera con los brazos abiertos. Fue así como la mujer llego a su casa completamente renovada tal y como el esposo vio al árbol mujer y él la abrazó y la besó tiernamente.
Ella leyó la nota que estaba en el macetero de rosas y corrieron lágrimas de sus ojos y dijo: Gracias árbol mujer por haber renovado mi vida y a partir de ahora seré una mujer árbol igual que tu y en su mente escuchó la voz del árbol que le decía: “Se feliz porque aun a la distancia siempre  estaremos unidos por un mismo Amor”