Un cierto día, una niña madre soltera, estaba siendo atendida de un parto y los médicos luchaban por la vida de ella, porque le había dado un paro cardíaco. Le hicieron cesárea y salvaron a la criatura. Lamentablemente la madre falleció. Los familiares eran de clase muy humilde, se hicieron cargo de la criatura y enterraron modestamente a la madre, pidiendo ayuda a los vecinos y familiares. La criatura fue niña y la llamaron “Huerfanita”. La familia estaba conformada por abuelos, tres tíos y dos tías. El tío mayor de 22 años se llamaba “Verdugo” el segundo tío “Imparcial” 20 años la tercera de las tías se llamaba “Torturadora” 18 años, la penúltima de las tías tenia 5 años se llamaba “Cruel”, el ultimo de los tíos tenia 2 años de edad y se llamaba “Egoísta”. El abuelo y los tíos en su ignorancia, aborrecían a la niña, porque era idéntica al papá que se burló de la madre de huerfanita y la culpaban de su muerte y querían internarla, en un hogar de niñas huérfanas. La abuelita, que era tan noble, les decía que ella era una niña inocente y que no tenia culpa alguna y que era su deber como madre, criar a su nieta. Todos ellos, guerreaban con la abuelita, porque ella se opuso, a que internaran a su nieta, en medio de su clase muy humilde, se hizo cargo de ella. Un cierto día, cuando huerfanita, tenia 10 meses de nacida, Cruel la pintó como payasito; la abuelita encontró a Egoísta sentado en la cabeza de la bebe, al abuelo y a los tíos les causaba risa, lo que egoísta y Cruel hacían. Los médicos les dijeron que a los dos les había agarrado celos y que tenían que tener mucho cuidado, con ambos porque eran niños e inconscientemente, podían lastimar a huerfanita. La abuelita coordinó con el abuelo y con “torturadora” que los cuidara a Cruel y Egoísta. El abuelo y los tíos despreciaban a la niña, nunca le dieron cariño, la trataban como un animalito y los tíos mayores la votaban, cada vez que ella se acercaba a ellos, y los dos menores le golpeaban. Pasados 3 años, Huerfanita ya iba al colegio y hablaba clarito, era muy preguntoncita; un día se acercó a la abuelita y le preguntó por sus padres, la abuelita le respondió: ¡Hijita! tus papitos se fueron al cielo con papá lindo y desde allá te cuidan. Torturadora, tomándola agresivamente de un brazo le dijo: ¡Mentira! tu padre es un loco, que anda por las calles embarazando, a todas las mujeres La abuelita corrigió a su hija y consoló a huerfanita que estaba llorando, el abuelo, Verdugo y Torturadora gritaron a la abuelita y le dijeron: ¡La bastarda tiene que saber la verdad desde ahora, para que sepa la clase de papá que tiene! La abuelita respondió: Uds. están locos ¿Que les pasa? ¿Por qué torturan a una criatura inocente? Ella, aun es una criatura y no entiende de estas cosas y no voy a permitir que envenenen su alma. La abuelita, cargó a su nieta, que lloraba asustada, Egoísta que era el menor de los hijos, gritaba caprichosamente, llamando la atención, para que la abuelita dejara a huerfanita y lo atendiera, todos le hacían carga montón y le decían, que atendiera a Egoísta también, que el tenia más derecho, que huerfanita. La abuelita, por más que le hacia cariño a Egoísta y a Cruel y los acercaba a Huerfanita, para que la quisieran, ellos a pesar de ser niños, la rechazaban y mucho la agredían con golpes. Pasado el tiempo, un día domingo la abuelita, con Torturadora se fueron al mercado. Cruel que ya tenia 11 años, se acercó con Egoísta de 8 años, a molestar a huerfanita, que ya tenia 6 años, ella estaba dibujando tranquilita, en su cuaderno y burlándose le dijo: ¡Eres una recogida y bastarda, nadie te quiere, porque eres apestosa! Los dos niños la insultaban y la escupían. Huerfanita se puso a llorar y le dijo: déjame solita ¡Vete! ahora le voy a decir a mi abuelita ¡Que tú me molestas! y le tiro el cuaderno de dibujo. “Cruel” se araño la cara, se despeinó y llorando gritó: ¡Socorro me matan! y le jalo de los pelos a huerfanita y la tiró al suelo encima de ella. El tío mayor Verdugo, al escuchar el grito de su hermana y al ver que Huerfanita estaba encima de ella, la agarró de los pelos, a puñetes y a patadas, gritando como loco ¿Que le haces a mi hermana bastarda recogida? Y la dejó ensangrentada y desmayada en el piso. El abuelo corrió a ver que sucedía y vio a Cruel con la cara arañada, ninguno se percató de huerfanita, que estaba desmayada y ensangrentada, tendida en el suelo y la dejaron sola. El abuelo y Verdugo, le prestaban atención a Cruel que estaba arañada y a Egoísta que lloraba asustado. Imparcial que llegaba de viaje, porque el trabajaba toda la semana afuera y solo llegaba los domingos entró a casa y escuchó los llantos de los niños. Entró y vio a Huerfanita golpeada y ensangrentada tirada en el piso, la levantó en brazos y salió corriendo a la calle a buscar un taxi, porque estaba ensangrentada e inconsciente. Llegó al hospital y atendieron a la niña. Los médicos, salieron después de dos horas y le dijeron al tío, que ella estaba en coma y estaba en cuidados intensivos, preguntaron como habían sucedido los hechos y en ese momento entraba la abuelita, Torturadora y el abuelo. Todos, menos la abuelita que ignoraba como sucedieron las cosas, se habían puesto de acuerdo en inventar una historia, para que no lo apresaran a Verdugo. Los médicos, insistieron en saber que es lo que había sucedido: El abuelo dijo: Mi nieta y mis hijitos menores salieron a jugar a la calle y unos delincuentes los agredieron y mi hijo mayor salio a defenderlos, mi hijita esta arañada y felizmente a mi hijito, no le llegaron a hacer nada. Uno de los médicos dijo: La niña esta muy grave, la operación fue muy riesgosa, porque tuvo hemorragia interna y es muy posible que de esta noche no pase. La abuelita dio un grito de horror y se desmayo, la llevaron a emergencia para atenderla y le pusieron un calmante para que durmiera. El abuelo asustado, le contó la verdad a Imparcial, él indignado dijo: ¡Tenemos que decir la verdad! ¡Verdugo tiene que pagar su crueldad! Y por lo que le hizo a mi sobrinita. Torturadora le dijo: ¡Estas loco! como pretendes que nuestro hermano se vaya a la cárcel, por la culpa de una recogida ¿Tu sabes el dolor que le vas a causar a nuestra madre? Prométenos que nunca vas a decir nada. Hazlo por la vida de nuestra madre, e incluso a ella también le diremos esta versión, para que nunca sepa que Verdugo, fue que la agredió. Imparcial por amor a su madre, hizo la promesa de callar. Pasadas las horas, la abuelita despertó y pidió ir a ver a su nieta, Imparcial la llevó. Ambos entraron a ver huerfanita, que estaba cruelmente golpeada. Huerfanita abrió los ojitos y mirando con mucha tristeza a la abuelita le dijo: ¡Mamita ya me voy, con papito Dios, al lado de mis papitos! La abuelita llorando, le dijo: ¡No, hijita! tu tienes que quedarte, a cuidarme, hasta que yo este bien viejita y lloraba desconsoladamente, una enfermera la sacó del lugar, porque ella era cardíaca y era una imprudencia, que ella siguiera allí dentro, la llevaron en una camilla y le pusieron un sedante, para que se calmara. Imparcial llorando, se acercó a su sobrina, le dio un beso en la mejilla y le dijo: Perdona a mi padre y a mis hermanos, por lo que te hicieron. Huerfanita con voz entrecortada le dijo: ¡Tiito ya no llores, ni culpes a mi abuelito ni a mis tíos, yo vi a varios monstruos, que salieron de la televisión y se metían al cuerpo de mi abuelo y mis tíos, ellos eran los que me insultaban y me golpeaban! mi abuelito y mis tíos Torturadora, Egoísta, Cruel y Verdugo son buenos y yo los amo. Imparcial abrazó a su sobrinita, llorando de rabia y de impotencia, por todo el daño que su familia, le habían hecho a su sobrinita tan buena e inocente, ya que en medio de su inocencia, les perdonaba su crueldad. Huerfanita con voz apagada le dijo: ¡Tío! cuida a mi mamita, hasta que este bien viejecita y dile que le pediré permiso a mis papis y a papá Dios, para venir visitarla. ¡Chao tiíto! ya vinieron los angelitos, a llevarme con papá Dios. Y huerfanita cerró los ojos y pereció. Inmortal dio un grito de dolor, que se escuchó en todos los pasillos del hospital. Los médicos entraron y vieron que la niña había fallecido. Imparcial no quería soltar a la niña, tuvieron que ponerle un sedante, para que se calmara y lo sacaron en una camilla. El abuelo y Torturadora estaban muy asustados, porque temían, que Inmortal, dijese la Verdad. Pasadas las horas, el abuelo y Torturadora, fueron a ver a la abuelita, mientras que Imparcial, hizo los papeleos, para el entierro de la niña. La abuelita reaccionó del sedante y le dijeron lo sucedido, la abuelita lloró desconsoladamente, los médicos, les dijeron a sus familiares, que la mantuviesen sedada, hasta después del entierro de su nieta, por precaución, ya que la afección cardiaca, que tenia en su corazón, podía agravar su situación. Fue así como llegaron a casa, Verdugo, Cruel y Egoísta estaban asustados. Mientras velaban el cuero de Huerfanita. En otra habitación, Imparcial se acercó a Cruel y le preguntó: ¿Que paso? ¿Quiero que me digas la verdad y solo la verdad? Cruel contestó: Huerfanita, estaba loca, me escupió y me araño la cara y miro a Egoísta y le dijo: es verdad no egoísta, tu viste que ella me araño y me tiró al suelo y Egoísta afirmó la mentira de Cruel. Luego se acercó a Verdugo y le dijo: Si me quedo callado y no te denuncio por este asesinato, lo hago, porque no quiero que mi madre, se muera de la decepción, pero yo me iré a vivir lejos de tu presencia y ojala que mi conciencia no me remuerda, por ser cómplice y no hacer justicia de la muerte de mi sobrinita. Llamó a su papá y a sus 4 hermanos y les dijo: Huerfanita antes de morir, los perdono a todos, porque prefirió culpar a unos supuestos monstruos de la televisión, a culparlos a Uds. a pesar que desde que nació Uds. siempre la despreciaron, ella siempre les amo y estas fueron sus ultimas palabras: que Uds. eran buenos y que los amo siempre. Egoísta que era el más pequeño dijo: ¡Yo diré la verdad! Cruel y yo la insultamos y escupimos a Huerfanita, Cruel se araño y se despeinó sola y le jaló los pelos a Huerfanita y la aventó encima de ella y gritó llorando su mentira, por eso Verdugo golpeó a Huerfanita. Verdugo agarró del brazo a Cruel y le preguntó: ¿Es cierto eso? ¡Respóndeme! Cruel asustada dijo: ¡Si es cierto! Verdugo echo a llorar y gritando dijo: que hice ¡Dios mió! Corrió hacia el cajón donde se encontraba el cuerpito fallecido de huerfanita y gritando con profundo dolor dijo: ¡Perdóname! sobrinita por lo que te hice ¡Dios mió! ¡Por favor, Perdóname! ¡Yo doy mi vida a cambio de la vida de mi sobrinita! porque no voy a poder vivir con este remordimiento. El abuelo, Torturadora, Cruel y Egoísta abrazaron el cajón de Huerfanita y también lloraban de arrepentimiento, por todo el daño que le habían hecho a Huerfanita. Toda la gente que había asistido lloraba por la niña. La abuelita los abrazó y con lágrimas en los ojos dijo: Ya nada podemos hacer por mi nietecita, lo único que podemos hacer de hoy en adelante, es enmendar nuestros errores y ser mejores cada día, para que nunca hagamos daño a nadie y nunca más pasemos por este dolor. De pronto, se escuchó unos toques, dentro del cajón. Toda la gente e incluso hasta el sacerdote, salieron asustados a la calle corriendo. La abuelita e Imparcial, que no se asustaron y se habían quedado solos, se acercaron al cajón y vieron que huerfanita, estaba sonriendo, con los ojos bien abiertos, Imparcial la sacó y se la entregó a su abuelita. La abuelita lloraba de emoción y Huerfanita sonriendo le dijo: ¡Abuelita conocí a mi mamita y a papá Dios! ellos me trajeron aquí de nuevo y me dijeron, que tenía que estar a tu lado, para cuidarte, hasta que estés bien ancianita. Su familia, corrieron a abrazar a Huerfanita, la besaron y le pidieron perdón. El sacerdote y toda la gente entraron y dijeron: “Esto es un milagro de Dios”