En el mundo mágico, había un hada con una varita mágica, que concedía todo lo que un ser humano ansiaba, para ser feliz. Un cierto día, ella decidió ir al mundo de la humanidad y vio que había mucho odio, muerte, tristeza, deseo, pasión, ambición, sufrimiento, dolor, enfermedades, pobreza, guerras, tragedias y desastres. El hada se encontró con muchos seres humanos que eran egoístas, soberbios, orgullosos y vanidosos. El hada les dijo: he venido con mi varita mágica, que les dará muchos dones, para hacerlos muy felices, entre ellos: Amor, Vida, Paz, Alegría, Salud, Prosperidad, Bienestar y Armonía, que los mantendrá siempre unidos e interconectados con mi mundo mágico. Estos seres humanos ambiciosos dijeron: Nosotros sólo queremos abundante dinero, porque con ello, podemos lograr tener todo lo que queramos. El hada les preguntó: ¿Creen Uds. que con el dinero van a lograr a tener los dones que les ofrezco? Un ser humano arrogante, le respondió: ¡Claro que si! Porque en este mundo todo se compra con dinero, sólo dánoslo y deja todo por nuestra cuenta. El hada le dijo: yo he venido del mundo mágico, por única vez a darles estos dones, que les ofrezco de corazón, sin pedirles nada a cambio, solo pidan y mi varita mágica se los dará. Un ser humano orgulloso le preguntó: ¿Nosotros decidimos o tú? Ella le dijo: Uds. Deciden, yo solo les sugiero, que acepten los dones que mi varita mágica gratuitamente les dará, para que lo compartan con toda la humanidad y sean completamente felices todos, por la eternidad. Un ser humano con soberbia y altanería le dijo: Ya pues, respóndenos, si nos vas a dar, si o no el dinero, que te estamos pidiendo o sino puedes irte por donde llegaste, porque no tenemos tiempo, para estar perdiéndola contigo. El hada les dijo: Esta bien yo les concederé lo que me piden y fue así como el hada con su varita mágica les dio abundante dinero a cada uno. El hada se iba muy triste, porque nadie había aceptado los dones. Cuando ya estaba por irse, a su mundo mágico, se encontró en el camino, con una mujer muy noble, buena y humilde y le preguntó lo mismo, que a los demás seres humanos y ella le respondió, que aceptaba los dones que le ofrecía. Fue así como el hada, con su varita mágica, le dio todos los dones, a esta noble mujer, que la iba a mantener interconectada con su mundo mágico, para que sea completamente feliz y haga feliz a toda la humanidad. El hada se despidió y regresó muy feliz al mundo mágico, porque al menos una persona en este mundo, aceptó todos los dones. Pasado el tiempo toda la humanidad, malgastaron su dinero en vanidades y los más ambiciosos hicieron instituciones y negocios de diversos vicios, para mantener a la humanidad ocupados y esclavizados con ello. La humanidad continuaba sufriendo en medio de tanta pobreza, enfermedades, guerras, tragedias, conflictos y desastres y muchos hasta morían. La noble mujer que aceptó los dones tenía: abundante Amor, Vida, Paz, Alegría, Salud, Prosperidad, Bienestar y Armonía; ya que estaba interconectada, con el mundo mágico del hada y su varita mágica, que le obsequió esos dones gratuitamente, para que lo compartiera con toda la humanidad. Esta noble mujer, irradiaba muy Buena Energía, que lo compartía con todo aquel que aceptaba ese humilde obsequio; ya que muchos ignoraban, que gracias a la Buena Energía que tenía ella y todos aquellos que aceptaban los dones; la humanidad se mantenían vivos en su mundo, a pesar que vivían en medio de tanto conflicto, que fue la decisión y libre albedrío, que tomaron erróneamente los seres humanos, que causaba odio, enfermedades, sufrimiento, dolor, tragedias, desastres y muerte; ya que ellos eligieron el dinero, que no supieron administrarlo, para bienestar de todos y sólo porque vivieron en medio del egoísmo, soberbia, orgullo y vanidad, que hasta el día de hoy, ese grave error, sigue acarreando y arrastrando, con todos sus descendientes.