domingo, 16 de enero de 2011

“El mundo mágico de Amor”

Había un mundo mágico de Amor con una hermosa cascada donde había cinco árboles que proveía de energía, oxigeno y frutos a una mujer, a una niña, a una pareja de venados y a una pareja de leones. Ellos se amaban mucho, vivían alegres como hermanos y eran muy felices.
Un cierto día una bestia salvaje depredadora que estaba desnudo entró al mundo mágico y en sus manos llevaba un hacha y un rifle, disparó a la niña, a los dos venados y a  los dos leones, los amarró y le dijo a la niña: mañana te llevare a mi mundo y serás mi sirvienta y mi concubina para que me des muchos hijos y trabajen para mi. Luego se dirigió a los leones y venados y les dijo: mañana los llevaré a mí mundo para que se procreen y cuando hallan aumentado, sus cabezas serán mi trofeo, sus carnes mi comida y sus pieles me vestirán. La mujer que había subido a uno de los árboles a sacar frutos para alimentar a todos sus hermanos, se ocultó entre las hojas y pensaba como buscar una solución para defenderse de esa gran bestia salvaje y liberar a sus hermanos. La bestia se paró frente a los cinco árboles frutales y les dijo riéndose a carcajadas: Y uds. mañana temprano serán talados para llevarlos a mí mundo y transformarlos en una bella casa, cama, mesa, sillas y muebles. La mujer espero que anocheciera y mientras la bestia salvaje dormía, ella bajó del árbol, le quitó el rifle y el hacha y soltó a sus hermanos. Al día siguiente la bestia salvaje despertó y se dio con la sorpresa que el rifle y el hacha habían desaparecido, y que la niña, los leones y los venados estaban sueltos. Uno de los árboles le dijo: mi hermana mujer pudo usar tus armas y con ellos haberte quitado la Vida, pero te ha dado una lección, tú decides la aprendes o te haces el desentendido. La leona se dirigió a la bestia salvaje y le dijo: En este mundo mágico de Amor yo y mi hermano león también aprendimos la misma lección, que mi hermana mujer te enseño hoy, porque también fuimos bestias salvajes  e irracionales y aprendimos  que si talábamos los árboles, matábamos y comíamos a nuestros hermanos venados, a la mujer y a la niña  nos íbamos a morir porque nos íbamos a quedar sin la buena energía que ellos generan y nos brindan gratuitamente para darnos Vida a todos, nos volvimos racionales y lo entendimos y les agradezco por ese amor incondicional que nos tienen, por ello los acepté como mis hermanos y ahora valoro a mi hermana mujer, a mi hermana niña, a mis hermanos venados y a mis hermanos árboles que diariamente me proveen de energía, agua, oxigeno y me alimentan de sus frutos sin condiciones, todos nos respetamos y valoramos nuestras Vidas. La bestia salvaje y depredadora aprendió la lección y la aceptó. Con lágrimas en los ojos les dijo: En el mundo que yo vivo nos enseñan a competir, a atacar, a agredir, a ambicionar, a desear, a matar sin piedad y sin compasión para sobrevivir. Les pido perdonen mi ignorancia, yo ignoraba lo que Uds. me han enseñado, les pido por favor me acepten a ser un racional más y me dejen vivir con Uds. en este mundo mágico de Amor. Todos lo abrazaron y le dieron la bienvenida y a partir de ese día dejó de ser una bestia salvaje irracional y depredadora y fue llamado hombre.
Todos juntos hasta el día de hoy comparten su buena energía en ese maravilloso mundo mágico unidos:  al Amor, a la Vida, a la Paciencia,  a la Esperanza, a la Paz, a la Alegría, a la Bondad, al Valor,  a la Honestidad, a la Humildad y al Dominio Propio y son completamente felices.