Lamentablemente un hijo macho adolescente, desobedeció y fue a curiosear asomando su cabeza por una de las ventanas y vio a una serpiente que le dijo: ¿Sabes? tú también puedes tener una hembra y crías, solamente dile a una de tus hermanas adolescentes lo mismo que yo te estoy diciendo y embarázala, la liebre dijo: pero mi padre nos enseño otra forma de amar, la serpiente le contestó: ¡Tu padre es un mentiroso! entre animales podemos procrearnos, lo que pasa que el es egoísta, porque quiere ser el único jefe de uds. ¡Hazme caso! tu también puedes hacerlo y tener tu propio hogar con muchas crías. La liebre adolescente dijo: pero mi padre dice que afuera hay muchos peligros y hay especies salvajes que nos pueden comer, la serpiente le respondió: Eso es mentira si fuese cierto, yo ya te hubiese comido, la liebre adolescente macho al creerle envenenó su mente e hizo todo lo que le dijo la serpiente.
Fue así como la liebre adolescente macho le comentó lo mismo a una de sus hermanas y también le envenenó la mente, ella le creyó y ambos hicieron lo que la serpiente les dijo y la liebre hembra salió preñada. La liebre adolescente macho se acercó donde su padre y le contó lo que había hecho y le dijo en voz alta: me voy con mi hembra, porque yo también quiero formar mi propio hogar y tener muchas crías como tu.
Los padres y todos sus hijos al enterarse de lo sucedido se abrazaron y lloraron desconsoladamente. El padre liebre le dijo: Hijo mió Toma el control ¿Porque te estas expresando diferente a nosotros? ¿Por qué te has dejado engañar por una serpiente y embarazaste a tu hermana? ¿Acaso te olvidaste como se debe amar? El hijo respondió: Yo creo todo la que la serpiente me dijo y ya no puedes hacer nada, porque ahora mi hembra ya esta embarazada, solo queremos que nos abras la puerta porque nos iremos y nada de lo que me digan me hará retroceder.
Sus hermanos mayores se acercaron y le dijeron: hermano haz caso toma el control y deja de expresarte así y de faltar el respeto a nuestros padres, desiste de esa rebeldía, tú no estas preparado para salir afuera e ignoras los peligros que hay allá ¡Quédate por favor! la liebre necia no hizo caso y gritaba: ¡Déjenme salir con mi hembra! Sus padres de rodillas le suplicaron: hijo mió quédate por favor, afuera te van hacer mucho daño, nosotros cuidaremos de Uds. ¡Reacciona! tú ignoras la gran responsabilidad que debes tener para sostener a una familia. La liebre se puso muy agresiva y gritó a sus padres: ¡Uds. son unos egoístas y mentirosos porque nos engañaron para tenernos encerrados, ya que Uds. Saben que si podemos embarazar a todas las liebres hembras a cualquier edad para tener muchos hijos y cada uno tener nuestro propio hogar y salir afuera, ya que no existe ningún salvaje porque si fuese así la serpiente me hubiese comido! ¡Me mintieron y los odio! y empezó a golpear brutalmente a sus padres, todos los hermanos mayores los defendieron y agarraron a la liebre adolescente.
El hermano mayor de todos al ver eso dijo: ¡Basta ya! Nunca ha habido violencia en nuestro hogar ni se vio esto en nuestra familia, vemos que te has contaminado de odio y salvajismo, has perdido el control, hasta el grado de faltar el respeto y golpear a nuestros padres !Lo sentimos mucho hermano! es tu propia voluntad y decisión de irte ¡Recuerda jamás culpes a nuestros padres ni a nadie de nosotros, de todo lo que pueda sucederte de hoy en adelante! Le preguntaron a su hermana menor que estaba muy atemorizada por lo sucedido: decide ¿Te quedas o te vas con él? La liebre macho gritando dijo: ¡Me la llevo porque esta preñada y va a tener a mis crías! La liebre hembra asustada por los gritos dijo: Me voy con él. Los hermanos mayores que tenían las llaves les abrieron la puerta a sus hermanos irresponsables. Todos se abrazaron y se quedaron llorando.
Las liebres rebeldes e irresponsables, caminaron mucho buscando un refugio para ellos, hasta que hallaron un lugar donde vivir. La serpiente que les engaño, avisó a toda la especie de salvajes, que las dos liebres estaban fuera de la protección del padre de las liebres y que ninguno lo atacaría, porque esperarían a que se multipliquen para que tuviesen abundante comida para todos.
Las liebres aparentemente eran muy felices y libres de peligro. Pasado ya mucho tiempo las liebres tuvieron muchísimas más crías que sus padres, porque todas las liebres machos desde la adolescencia preñaban a todas las liebres. Las liebres rebeldes se habían envejecido mucho porque al desobedecer habían sido contaminados y envenenados por la energía de la serpiente que si envejecía y hasta moría. Un día la liebre jefe y sus hijos machos se fueron a traer comida para sus hembras y crías, la serpiente que engaño a la liebre macho cuando era adolescente, lo vio salir y se fue a su guarida y tocó la puerta, la liebre jefa hembra que también creyó lo que la serpiente dijo, confiada abrió la puerta, esté entró y le dijo vine a visitar a todos y quería conversar con el jefe de esta guarida, la liebre jefa hembra respondió: salió con todas mis crías a traer comida y no demoran en llegar, la serpiente respondió: Entonces lo esperare, mientras como algo de lo que cocinas. La liebre jefa muy amable le ofreció darle comida y se fue a la cocina a servirle lo ofrecido.
La serpiente al ver que ella se fue a la cocina, abrió la puerta a toda especie de salvajes y se comieron a todos las crías de las liebres. La liebre jefe y sus hijos machos justo llegaban cuando vio lo sucedido y también se los comieron a ellos, la liebre jefa logró escaparse por la ventana de la cocina y una de las especies salvajes, la siguió para comérsela, pero ella logró escaparse.
Arrepentida regresó a la casa de sus padres y hermanos, todos la recibieron con los brazos abiertos, llorando contó lo sucedido con sus crías y con su hermano, pidió perdón a su familia por haber creído lo que la serpiente astuta le dijo a su hermano y haber permitido que el veneno de la serpiente la dominara para embarazarse de El. Sus padres y hermanos abrazaron a su hija y le dijeron que ellos le amaban y en ese momento volvió a rejuvenecer y le dijeron: que nunca más se sintiera mal por lo que paso. Y a partir de ese día los padres escribieron en un libro todo lo sucedido con sus hijos, para que lo leyeran todos y aprendieran la lección. Fue así que ninguna liebre menor salió afuera, se amaron mucho, ni nunca mas nadie embarazo a ninguna liebre hembra, todos eran muy obedientes, se respetaban, vivieron muy unidos y felices hasta la eternidad.