En el mundo mágico, había toda especie de árboles, plantas, peces, animales e insectos entre ellas panales de abejas. Todas ellas eran muy laboriosas, se turnaban para hacer la miel y alimentar, a todos los insectos y animales. Un cierto día, mientras llegó la hora del almuerzo, todos se pusieron a orar y agradecer por los alimentos. Las plantas repartían, a todos los insectos, agua, néctar y polen, los animales, repartían a los peces , frutos, semillas, leche, miel y agua, en porciones medidas y controladas. En ese momento apareció una langosta y una termita, que habían ido a explorar, si había bastantes árboles y plantas, para avisarles a sus grupos, para que se alimentaran y arrasaran con todo. Ambas, estaban escondidas y observaban, como toda clase de animales e insectos, oraban antes de alimentarse. La langosta dijo: ¡Estos están locos de remate! se ponen a orar antes de comer ¿Donde se ha visto que los peces, coman frutos, miel, etc.? jajaja… me dan risa! Con esa forma de alimentarse, me moriría de hambre. La termita dijo: De ver tanta madera, ya me dio mucha hambre, vamos a avisar a los grupos, para que entren y arrasemos con todas las plantas y árboles. Una abeja guerrera, que había estado oculta, vigilando escuchó, lo que estos insectos intrusos hablaban, fue volando a avisar a los árboles, plantas, animales e insectos, lo que estos, estaban tramando hacer. Inmediatamente, las hormigas, las avispas, las mariposas guerreras, las hicieron prisioneras y las llevaron, ante el jefe, que era un árbol anciano y el dijo: Uds. Son unos Intrusos ¿Que hacen aquí? ¿Como entraron? Este reino mágico, es sagrado y nadie puede entrar sin permiso. Si un intruso entra a este lugar, queda capturado para siempre. La langosta dijo: Yo vine porque mi grupo, tiene mucha hambre y nosotras nos alimentamos de plantas. La termita dijo: Y nosotras nos alimentamos de todos los árboles. La Reina Abeja , muy mortificada con voz de autoridad dijo: Veo Que vienen de Un Mundo involucionado, irracional, depredador e ignorante, por falta de Amor. En este mundo mágico, hay igualdad, vivimos toda especie de animales, peces, árboles, plantas e insectos nos amamos, nos cuidamos, nos defendemos, nos protegemos, nos ayudamos, nos orientamos los unos a los otros, tenemos vida en abundancia y vivimos en perfecta paz y armonía. Hemos vencido a la muerte, con Amor mutuo e incondicional. Una langosta, del mundo mágico dijo: uds. actúan así por falta de conocimiento, la ignorancia y ese instinto salvaje y depredador, los hace ser así. Muchos de nosotros, los comprendemos, porque nosotras, también fuimos como Uds. Y entramos de la misma forma, para hacer daño y lastimar este mundo mágico, porque ignorábamos, que somos hijos del Universo y la Madre Naturaleza , por lo tanto, todos somos hermanos, de todos los mundos y cuerpos celestiales. Aquí aprendí, que todo tiene una causa y un efecto, porque todo lo que sembramos, en esta vida, la cosechamos en la otra. Ya que de la misma forma, como nos comportamos, igual comportamiento, recibiremos. Por eso es que en otros mundos, existe constantemente la transformación y la muerte. Porque el que come, lastimando y matando, también lo lastimarán y matarán, tarde o temprano, y seguirán siendo, transformados de igual forma, en lo que lastimaron y mataron. Gracias a nuestros hermanos mayores, que son las árboles y plantas, que nos proveen gratuitamente, de oxigeno y alimentos puros, hemos sido renovados y permanecemos vivos. La Vida se vive, para compartir y dejar de competir, quien gana y quien come más. Una termita, que también era del mundo mágico, dijo: Yo aprendí en este mundo mágico, a controlar mi hambre desmedida, gracias al agua, al néctar, al polen, a los frutos, a la miel y todo lo que nos dan nuestros hermanos. Cuando probé y empecé a comer todo estos alimentos, todo en mi cambio, me di cuenta que de nada, me valía mi glotonería, ya que era un vicio, que estaba dañando mi cuerpo y dañando a mis hermanos. Amo, valoro mi Vida y respeto la Vida de mis hermanos. Día tras día le agradecemos, a Nuestro padre, a nuestra Madre naturaleza y a todos nuestros hermanos, por haber cambiado y mantener en orden nuestras vidas, para ser felices, tener Vida en abundancia, Amar, ser amados y respetados, por todos. La langosta y la termita intrusas, lloraron desconsoladamente y la langosta dijo: Estoy arrepentida por todo el mal que causé, yo también quiero vivir y cambiar mi vida. En el mundo involucionado, irracional, depredador e ignorante de este conocimiento, he visto a muchas de mis hermanas langostas, sufrir y morir lentamente intoxicadas con insecticidas. Ya no quiero regresar a ese mundo depredador ¡Por favor! ¡Déjenme vivir aquí! Yo también quiero probar del alimento, que les da vida y dejar de ser una glotona. La termita llorando dijo: Después de haber escuchado a mis hermanas hablar, me siento muy avergonzada, por mi ignorancia. Ahora estoy comprendiendo, que por nuestro egoísmo y satisfacer nuestra hambre desmedida, nos hemos lastimado y hemos lastimado, a nuestros propios hermanos y por eso en el mundo de la ignorancia, se lastiman y se matan los unos los a otros. Ambas se postraron de rodillas, ante el árbol y la termita dijo!: Hermano Árbol! Perdóname por mi ignorancia. La langosta, se dirigió a las plantas y les dijo: Perdónenme Uds. también por intentar, haber querido destruir, este mundo mágico lleno, de Vida, porque se respira aire puro y mucha paz. El Árbol anciano dijo: ¡Hermanos párense! Uds. También son nuestros hermanos, que estaban muertos y han resucitado, para ser nuevos seres de luz, porque han reconocido su error y quieren enmendarlo, aceptando voluntariamente vivir en este mundo mágico, donde existe solo “Amor, Verdad y Vida”. Libérenlos y denles de comer. La langosta y la termita fueron libres para amar y ser amadas. Todos en el mundo mágico, estaban muy felices e hicieron una gran fiesta de bienvenida, para las dos.