martes, 12 de agosto de 2014

Abrir los ojos cada día es una gran bendición.

Abrir los ojos cada día es una gran bendición porque es la prueba que Dios les ama y les protege porque jamás castiga por eso en gratitud deben ser imagen y semejanza de su amor.
Cada tejido, cada célula, cada energía, cada molécula, cada átomo es parte del cuerpo que es el mundo de cada uno para amar, cuidar, defender y proteger su vida.
El amor incondicional nace en el mundo de cada persona bondadosa que es imagen de Dios porque aparta a todo deseo, apego, obsesión, lujuria y pasión que lastima y extermina.
El dinero y las cosas materiales siempre fueron y es un atraso espiritual para quienes aún están en medio de deseos, apegos, obsesión, vicios y lujurias porque son esclavos de eso.
La mejor riqueza que cada alma tiene es la vida espiritual porque es incomparable ya que nunca se compra ni se alquila ni se hipoteca ni se vende y nadie le exterminará.
Quien promete y nunca cumple sus promesas es un vil mentiroso y un egoísta más que dice ser buena persona para satisfacer sus propios apetitos carnales para que le halaguen por lo que da, para que le aplaudan y le levanten un monumento porque ni ama su vida ni de la de nadie.
Antes de hacer promesas más vale que piensen bien porque quien falta a  su promesa será puerta abierta y los entes entraran a atacar sin piedad a su cuerpo y a otros mundos.
Quien nada oculta a nada teme así que decídanse a enfrentar las cosas que ocultan que les está atrasando en todas las áreas de su vida. Recuerden que para Dios nada hay oculto.
Nadie puede culpar a Dios ni a los demás de sus errores porque cada uno debe entender que todo lo que hacen con su propio mundo eso mismo recibirán por eso cuiden y valoren su vida.
Dios ilumine esas mentes oscurecidas para que también vivan felices y en paz.
Es muy importante el perdón con uno mismo y jamás olvidar el dolor y la decepción que cada uno pasa para evitar cometer el mismo error de alternar y confiar en gente toxica que hacen la guerra y lastiman sin que nadie les haga nada.
La labor humana que hacen al cuidar, defender, proteger y valorar su Vida es una gran riqueza porque con su bondad irradian buenas energías para toda la humanidad.
Cuídense que Dios y sus hijos espirituales les cuidarán enviándoles las mejores energías que les sane y les levante.
Nada como ser sincero porque la verdad es luz divina que ilumina y es mucho mejor que un látigo que duele pero enseña a reconocer los errores y a ser mejor persona.
Para vivir libre, feliz y en paz  es necesario vivir como hermanos para despegarse de toda clase de deseo, envidia, celos, obsesión, lujuria, odio, depravación y depredación.
Si una madre carnal ama, cuida, educa, instruye, corrige, defiende y protege a su hijo, con mayor razón lo hace un ser espiritual que se sacrifica y da la vida por muchos de ustedes.
A ninguna gente se le puede exigir ni obligar a que acepten ser espirituales porque amar, cuidar, defender y proteger a su propio mundo es voluntad y decisión propia.