Soy libre para ser feliz y hacer feliz.
Nunca me deje llevar de leyes, ni
de reglas ni de normas literarias.
de reglas ni de normas literarias.
Yo solo sé que toda palabra de
bendición, bendecir, bien decir,
decir bien, me da abundante Vida
que liberó mi ego y a mi razón,
ya que ahora se que cada palabra
nace de mi corazón.
Con el respeto que se merece
la literatura y la lingüística.
Esa es mi única Verdad que me dio
libertad de saber lo que es amar.
Nunca me creí sabia y mucho
menos pretendí adueñarme de
la Sabiduría y con toda mi
humildad solo quiero decir lo que
hoy quiero compartir.
El pasado ya fue, sólo me interesa
el hoy, ya que el futuro es una ilusión,
porque cuando yo me haya ido sólo
quedará un vacío. Y vendrá otra
energía que ocupará ese lugar que
nunca fue mío.
Y para despedirme les sugiero que
se dejen guiar por el Amor.
Sean libres y dejen libres,
para que también sean libres del
temor y del terror.