Dicen por ahí que el Amor, la Verdad, el Perdón y la Vida son una locura y que me falta a mí cordura.
Nunca me interesó, ni me interesa, ni me interesará lo que diga el fariseísmo de mí, porque nunca fui títere, ni marioneta, ni robot, ni dejé que nada ni nadie domine mi Vida, a nadie debo ni a nada temo porque soy feliz.
Vivo sin reglas, sin leyes, sin prejuicios, sin tabúes, sin tradiciones, sin costumbres, sin ataduras, sin instintos y sin apegos, porque hace mucho tiempo que soy libre y llegué a vencer al ego.
Jamás permitiré que nada ni nadie me quite mi libertad, ya que me costó muchas lágrimas para conocer la Verdad y enfrentarme con coraje a la cruda realidad.
Aunque me envidien, me critiquen, me calumnien, me insulten, me juzguen y me condenen, jamás caeré en sus juegos y trampas sucias ni lograrán que pierda mi humildad y mucho menos me dejaré humillar.
Aunque me hagan la guerra siempre tendré mi escudo y me protegerá, ya que la misma guerra que me hagan, rebotará y esa guerra de donde sale, ahí mismo regresará.
He vencido al temor, al engaño, al rencor, al odio y a la muerte y ya ni creo ni en la suerte.
El Amor, la Verdad , el Perdón y la Vida son mi armas y mi protección y ya nada ni nadie volverán a causar temor a mi Guerrero corazón.
Tengo Vida en abundancia para compartirla a la distancia.
Y para que sepan cuanto les amo, les doy el remedio y la clave para que se liberen de toda atadura, esclavitud, dolor, sufrimiento y agonía y todos vivan en perfecta armonía.
¡Amen, cuiden, respeten, valoren, defiendan y protejan a su Espíritu, a su alma, a su cuerpo y a su sistema inmunológico y en retribución ellos les darán Sabiduría, Amor, Paz, Alegría y Vida, para que la compartan con humildad a toda la humanidad!