lunes, 27 de octubre de 2014

Deben de agradecer cuando alguien corrige y llama la atención.

Deben de agradecer cuando alguien corrige y llama la atención para que enmienden sus errores, porque pocas son las personas que tienen la valentía, el coraje y el valor de hacerlo.
Un cuerpo bondadoso es un reino del espíritu de Dios donde todo lo que habita ahí cuida y protege con coraje su propia vida.
Una cosa es castigar y ofender y otra es corregir y defender porque hay que tener fortaleza, coraje y valentía para hacerlo porque es como quitarle una presa a una bestia depredadora.
Los carroñeros se juntan para comer cadáveres de animales, así hay gente toxica y perversa que se junta y anda buscando a quien lastimar y devorar.
Quien engaña, lastima, humilla, estafa, roba, difama, calumnia, secuestra, viola y asesina, está haciendo de su mundo un abismo infernal y eso le irá lastimando y exterminando lentamente.
Buena persona es quien corrige y jamás calla ni consiente la maldad de nadie, y gente farisea e hipócrita es masoquista y consentidora de su propia maldad y de los errores del resto.
Hay gente consentidora, farisea e hipócrita, que aparenta ser buena y pacifica y cuando cometen maldades o ven injusticias,  creen que es mejor callar, porque según esa gente, consentir, tapar sus errores y los errores de los demás, es vivir en paz.
Quien consiente  a su propia maldad y encubre sus errores es un ente toxico capaz de lastimar y exterminar a su propia vida y a su propio mundo.
Las personas buenas y espirituales son como una esponja que absorben todos los males de la humanidad porque tienen un espíritu que se sacrifica para dar abundante vida a toda la humanidad.
Quien ama, cuida, educa, instruye, corrige, consuela, defiende y protege es digno de admirar, respetar y valorar porque pocas son las personas que se sacrifican por generar y transmitir buenas energías para dar vida a los demás.
Si cada uno cargara sus propios errores, enfermedades, karmas, pecados, etc. la carga seria menos pesada para los seres buenos y espirituales y así habría igualdad para todos.
Hay gente toxica y chismosa que le encanta envenenar e intoxicar con sus calumnias, a mucha gente incauta que presta oídos y cae en su juego para luego buscar a quien echarle la culpa de su maldad y perversidad.
Nadie puede ni debe creerse dueño de su cuerpo porque es prestado para mantenerlo intacto y lograr hacerlo un templo y reino del Espíritu de Dios para ser libre y dar libertad a los demás cuerpos.
Teniendo alrededor mil espejos de tanto sufrimiento y dolor y aun así lastima cruelmente a su propio espíritu, alma y cuerpo es un ente toxico que contamina y extermina todo a su paso. ¡Aléjense de esa gente!
Nunca se metan en problema de dos porque el tercero saldrá perjudicado.
Si hay gente que se considera buena y mejor que otros, demuéstrenlo en hechos corrigiendo a sus propios instintos, impulsos y debilidades para que aprendan a amar, a cuidar, a respetar, a valorar, a defender y a proteger a su Espíritu, alma y cuerpo y así dejen de perturbar la paz de los seres espirituales que viven en paz.
Cuando mucha gente conozca y acepte que su lucha es con microorganismos oportunistas y entes energéticos despiadados que lastiman y exterminan a muchos cuerpos, ese día aceptarán que estuvieron en un mundo de mentiras y engaños, enmendarán sus errores y valorarán a los seres espirituales porque gracias a su sacrificio muchos tienen abundante vida.