lunes, 31 de enero de 2022

Discernir lo mejor.

Hay inhumanos Anticristos y Apocalípticos que crean mucha confusión a toda la humanidad mezclando las palabras, mensajes, y escrituras sagradas que deben respetarse y todavía se atreven y osan llamar seres espirituales, a dioses falsos que son entes perversos que se ocultan en medio de la oscuridad, que son vampiros energéticos, crueles densos, de muy baja dimensión, que se creen superiores y hace mucho tiempo que perdieron su esencia espiritual por decisión y voluntad propia por envidia, ya que se creen más que el Espíritu del Trino Cristo Dios (con "D" mayúscula) que es un ser supremo y divino que demostró y demuestra su bondad y es imagen y semejanza del Amor, Rectitud y Misericordia del Padre Creador del Universo, de la Madre Naturaleza y su Hijo Amado que juntos y unidos brindan gratis y sin condiciones todos los Recursos Naturales para seguir teniendo abundante vida para vivir en igualdad, bienestar y en armonía con todo lo que les rodea...

De cada mensaje que se ve, se lee o se escucha, hay que saber discernir lo mejor para aprender hacer lo recto y lo correcto, en lugar de hacerse la guerra a si mismo y esa misma guerra hacer a los demás...
Dentro de cada cuerpo bondadoso habita un ser superior que dicta lo bueno que se debe decir o escribir y en su humildad siempre agradezcan por ser amados, cuidados, renovados, defendidos y protegidos de la crueldad y exterminación de falsos dioses que son entes crueles, despiadados, visibles e invisibles perversos, que se alimentan del sufrimiento, angustia, dolor y agonía de quienes sufren por causa de tanta indiferencia e insensibilidad, de esos inhumanos que son adeptos, siervos, autómatas, títeres, marionetas y robots de esos entes crueles, que se hacen llamar dioses (con d minúscula) cuando en realidad son mercaderes de esclavos y titiriteros, que atan, encadenan a muchos incautos, que se encuentran en medio de deseos, vicios, egoísmo, envidia, mezquindad, avaricia, promiscuidad, vanidades, ambiciones y competencias para evitar que muchas energías y/o almas sean liberadas, por eso prefieren vilmente acaparar y malgastar lo que tienen, en lugar de apoyar y ayudar a seres espirituales generando buenas energías y transmitirlas a quienes realmente lo necesitan y laboran arduamente y sin descansar.