Durante siglos buscan afuera la solución
para acabar con tanta maldad. Porque desconocen que la única solución para vivir en paz y curar
el cáncer u otra enfermedad, es tener mucho amor y misericordia por su Espíritu,
alma y cuerpo, que es el mundo de cada uno donde hay millones de micro
organismos, micro habitantes que desde hace mucho tiempo vienen pidiendo piedad,
ya que la mayoría por necedad voluntariamente lastima y extermina a su propia
sangre, a sus propias células, a sus propios órganos, a su propia energía, a su
propio cuerpo y a su propio mundo.
Y todavía tienen la osadía de hacerse las víctimas y se atreven a culpar a Dios (con
“D” Mayúscula) de los errores garrafales que cada uno ha venido cometiendo
durante miles de años y rechaza la verdad para creer en falsas creencias,
falsas costumbres, falsos argumentos, falsas tradiciones y/o enseñanzas.
“La materia y la energía ni se crea
ni se destruye sino solo se transforma” y por el libre albedrío que cada uno
tiene de tomar sus propias decisiones, lo han confundido con libertinaje y
muchos son títeres, marionetas y robots de sus propios instintos, impulsos y
debilidades y es por eso que por falta de conocimiento e ignorancia
inconscientemente muchos, se han estado comportando como un depredador y como
una bestia salvaje más, sin importarle su vida ni la vida de nadie y han sido
cómplices de tanto asesinato y holocaustos de seres humanos y animales
indefensos para saciar sus deseos y apetitos carnales. Y peor aún se auto
suicidan consumiendo y comiendo carnes cadavéricas en putrefacción, que son
transformados en microorganismos oportunistas y patógenos (virus, bacterias,
parásitos hongos etc.) que toman la revancha y venganza, provocando mil
enfermedades físicas y mentales, que lastiman y exterminan las defensas de
muchos cuerpos y causan la muerte de la misma manera o peor forma, que les causaron
la muerte a ellos.
Nadie puede decir que es bueno si satisface
deseos, ambición y apetitos carnales, lastimando y siendo cómplice de la
tortura y del asesinato de un indefenso animal que también merece respeto a la
vida.
Todo tiene una causa y un efecto,
todo lo que se da, se recibe, toda deuda se paga, todo lo que se siembra se
cosecha, todo regresa como boomerang, justos pagan por pecadores, cada quien
tiene lo que merece, los descendientes
y/o parientes pagan los errores, pecados y karmas hasta la quinta
generación.
De cada uno depende acabar con tanta
manipulación dominio y control y para siempre, tomando conciencia y cambiando
de actitud para vivir en paz sin remordimiento alguno de saber que ama, cuida,
respeta, valora, defiende y protege su propio mundo y su propia vida, que a nadie
le hace daño y que las deudas y/o karmas acabaron en uno porque Jesucristo (Padre,
hijo y Espíritu Santo) se sacrificó y fue el último cordero en el holocausto
para librar a todos del mal, para que el dios (con “d” minúscula) nunca más tenga
autoridad ni se atreva a exterminar a ningún cuerpo, que es el mini mundo, mini
universo de cada uno para cuidarlo como la mejor herencia testamento y riqueza más
valiosa y aprender a respetar el mundo individual de cada uno para acabar con todo
sufrimiento, con toda angustia, con todo dolor, con toda agonía y con toda
perversidad.
Quien tenga ojos, que vea, quien tenga oídos, que oiga y quien tenga entendimiento, que entienda lo que el Espíritu de Dios dice para ser feliz vivir en paz y transmitir esa misma paz a toda la humanidad y a todo lo que les rodea en armonía con el Universo y con la Madre naturaleza que les brinda todos los recursos naturales para que lo compartan los unos a los otros incondicionalmente.
Quien tenga ojos, que vea, quien tenga oídos, que oiga y quien tenga entendimiento, que entienda lo que el Espíritu de Dios dice para ser feliz vivir en paz y transmitir esa misma paz a toda la humanidad y a todo lo que les rodea en armonía con el Universo y con la Madre naturaleza que les brinda todos los recursos naturales para que lo compartan los unos a los otros incondicionalmente.