En una
ciudad de clase humilde había una pareja con 4 hijos, tres varones que se
fueron de viaje y sus padres nunca supieron de ellos y una sola hija mujer,
llamada Mantenida que era la ultima y tenía 15 años y resultó ser una adolescente
muy rebelde porque hacia llorar y sufrir a sus padres. Le gustaba engañar a sus
padres que iba al colegio y se escapaba con el enamorado.
Pasados
los meses salió embarazada y sus padres se hicieron cargo de ella y la criatura,
porque el muchacho era irresponsable y mujeriego y la dejó.
Sus padres
criaron a su nieto, porque la hija era una inmadura que nunca le gusto hacer
nada ni obedecer a sus padres.
A los
meses se volvió a embarazar del mismo muchacho y los padres también se hicieron
cargo de su nieto y así durante años se hizo una costumbre para la hija de
embarazarse, hasta que llegó a tener 5 hijos del mismo hombre irresponsable y
para colmo drogadicto y alcohólico.
Su mamá
llorando le dijo a Mantenida, Hija ¿Que te pasa porque no reaccionas? Ese
hombre te utiliza como un objeto sexual y te abandona con tus hijos ¿Por que lo
permites?
Mantenida
respondió: Mamá yo lo amo y él me ha dicho que también me ama por eso es que
tenemos nuestros hijos.
El papá
molesto le dijo: ¿Como te va a amar ese hombre? si se aprovecha de ti, te
embaraza y te abandona y nunca se ha hecho cargo de tus hijos ni de ti.
Mantenida
respondió: para eso los tengo a ustedes que son mis padres para que me mantengan a mí y a mis hijos, porque yo
nunca les pedí a ustedes que me traigan al mundo.
La mamá le
dijo con lágrimas en los ojos: Hija ¿Por que eres así? Ya es tiempo que madures,
ya no eres una adolescente, tienes 25 años y hasta cuando me vas a dar más
carga, me siento muy cansada de lavar y atender a tus hijos, igual tu padre
también esta cansado de trabajar para mantenernos y el dinero aun así no
alcanza.
El papá con
voz de autoridad le dijo: ¡Ya es tiempo que te vayas a trabajar!
Mantenida airada
contestó: ¡Lo siento yo no puedo hacer nada! y molesta aventó la puerta y se
salió a la calle.
Se
encontró con el padre de sus hijos llamado Sinvergüenza y Mantenida le dijo que
sus padres la habían mandado a trabajar.
Sinvergüenza
molesto dijo: que se habrán creído esos viejos que se frieguen, para eso
quisieron tener una hija, pues, que te mantengan a ti y a tus hijos.
Mantenida
lo abrazó y lo beso y ambos se fueron a un parque.
Pasados
los meses de nuevo salió embarazada. Su mamá estaba muy anciana y enferma del
corazón y al recibir la noticia le dio un infarto y falleció. El papá de la
tristeza se dio al abandono y como era diabético también falleció.
Como
vivían en casa alquilada votaron a la calle a Mantenida y a sus hijos.
Ella al
verse sola con sus hijos, busco a Sinvergüenza y el la llevó a vivir a su
casucha llena de inmundicia.
La madre
de sinvergüenza era ludopata y su padre
alcohólico.
Mantenida
llegó con sus 5 hijos y los suegros le dieron un rincón donde estar con sus
hijos y a partir de ese día su vida fue un infierno, porque los suegros y el
marido la obligaron a cocinar, a lavar y atenderlos a todos y peor aun la
mandaron a trabajar.
Tuvo dos
hijos más y así tenia que hacer todo.
Pasados
los años todos sus hijos eran flojos, ociosos, delincuentes y la mangoneaban,
la insultaban y hasta le levantaban la mano.
Sinvergüenza
le sacaba la vuelta con cualquier prostituta o drogadicta de la calle y la
golpeaba a diario y como era enfermo sexual también la usaba sexualmente cada
vez que quería.
Todos los
domingos ellos asistían a una iglesia y el dirigente de esa iglesia le decía a
Mantenida que debía ser siempre sumisa y acatar lo que le dijera su marido y su
familia, porque la vida era sufrir y que todo se soportaba por temor a dios que
castigaba la desobediencia.
Pasados
los años Mantenida ya tenía 50 años y estaba envejecida, desmuelada, con muchas
enfermedades reumatismo, diabetes, asma, presión, etc. trabajaba día y noche
porque tenía que hacer todos los quehaceres de la casa y atender a sus 7 hijos,
a su pareja y a sus suegros, y trabajaba lavando y planchando para la calle y
le dolía mucho su cuerpo y las manos.
Un cierto
día cuando Mantenida fue a entregar la ropa lavada y planchada, se encontró con
la visita de una mujer que era médico, esta buena mujer al verla tan pálida se
comprometió a atenderla gratuitamente en su clínica.
Mantenida
al día siguiente fue temprano a la clínica, la doctora la revisó y le envío una
serie de análisis y exámenes y todo se lo hizo gratis.
Después de una semana regresó por los resultados y la doctora le dijo que tenía cáncer a los pulmones y otras enfermedades y que era necesario que descansara y siguiera un tratamiento, porque si seguía lavando iba a complicar más su estado de salud y no iba a durar mucho tiempo.
Después de una semana regresó por los resultados y la doctora le dijo que tenía cáncer a los pulmones y otras enfermedades y que era necesario que descansara y siguiera un tratamiento, porque si seguía lavando iba a complicar más su estado de salud y no iba a durar mucho tiempo.
Mantenida
le respondió: ¿Que voy a hacer? yo tengo que cumplir trabajando y atendiendo a mí
marido, a mis hijos y a mis suegros, y si tengo que morir, moriré, porque es la
ley de Dios y tengo que aceptarla.
La doctora
le dijo: ¿Quien le ha dicho eso? ¿Quien le engañó?
Mantenida
le respondió: Nadie me engañó. Es así para eso hemos venido a este mundo para
crecer, comer, dormir, procrear hijos, trabajar y morir.
La doctora
le dijo: Que equivocada esta la gente como usted. Para su conocimiento cada uno
de nosotros es Espíritu, alma y cuerpo un micro cosmos, un mini planeta, un
mini universo que es el mundo individual de cada uno, lleno de Vida y nuestro deber es amar, cuidar,
educar, instruir, corregir, respetar, consolar, valorar, defender y proteger a
nuestro cuerpo para vivir en paz para que todo lo que habita en nuestro mundo
también nos de paz y esa misma paz transmitirla a los demás mundos, y así todos
generar buenas energías que retornen al Universo y la Madre Naturaleza
nos los brinde como recursos naturales como es la energía, la luz, el agua, el
oxigeno y los alimentos puros que son toda especie de frutos, granos, semillas,
cereales, verduras, etc.
Mantenida
como era altanera y grosera le contestó: ¡Así dice que es médico! Y habla cosas
del diablo y cree que yo le voy a creer lo que usted me dice jaja… quien se cree usted para cambiar la
voluntad de dios. Yo creo en mi religión y en quien la dirige y ni usted ni
nadie me va a hacer cambiar mi fe, si dios y si quien lo dirige dice que debo ser
sumisa, que debo trabajar y atender a mis hijos y a mi familia les obedeceré,
hasta que llegué el día que me muera y mi alma se vaya al cielo, así que
ahórrese su satanismo, lo que pasa es que usted se quiere robar mi alma para el
diablo.
La doctora
insistió y le dijo Satanás, ni el diablo ni la muerte existe. Solamente existe Dios,
los cuerpos, los microorganismos y las energías, porque la materia y la energía
jamás se destruyen solo se transforman.
Las
energías deben ser canalizadas para bienestar de todos. Todo lo que sucede en
el entorno es causa de cada acción errónea. El deber de cada uno es cuidar,
defender y proteger a su propio mundo.
Nuestro Padre
del Universo y nuestra Madre Naturaleza nuestros
hermanos Celestes, Angelicales y Espirituales que son un solo Dios, necesitan
de nuestro cuerpo que es su templo para renovarlo de Amor, paz y alegría para
seguir dándonos Vida en abundancia a todos.
Mantenida
asustada dijo: Usted esta endemoniada y
se salió corriendo a la calle. Llegó a su casa y le contó eso a su familia y al
dirigente de su religión, todos se burlaron y dijeron que la doctora estaba
loca y endemoniada.
Mantenida
a los pocos meses pereció y como no tenían plata para enterrarla, la aventaron
a la fosa común, y sus hijos e hijas siguieron con el mismo pecado, karma y/o
error y neciamente siguieron con la misma forma absurda, equivocada y
masoquista de vivir de sus abuelos, padres y de su familia.
Mensaje:
Mucha gente por necedad, rebeldía, ignorancia y desconocimiento espiritual y/o
energético solos se dañan, se lastiman y se auto exterminan con sus acciones erróneas
y para colmo se hacen las victimas y culpan a Dios de todo lo que sucede en el
entorno.