Quien es gobernado,
dominado y controlado por seres inhumanos, es lo peor que le puede pasar a todo
ser humano.
La enfermedad que bloquea y carcome el cerebro es el fanatismo, que
contamina y extermina a quienes adoran como ídolos a inhumanos, religiones,
congregaciones e instituciones. Por eso son como vampiros, muertos andantes,
zombis buscando a quien devorar.
Quienes dirigen una religión o congregación por ambición y lucro, astutamente se aprovechan de la fe de gente incauta que creen en sus falsos argumentos para dominarles y controlarles como títeres, marionetas y robots para que estos les satisfagan sus propias necesidades.
Quienes dirigen una religión o congregación por ambición y lucro, astutamente se aprovechan de la fe de gente incauta que creen en sus falsos argumentos para dominarles y controlarles como títeres, marionetas y robots para que estos les satisfagan sus propias necesidades.
El ego domina y
controla a esa gente como títere, por eso le toman mas importancia a las cosas
innecesarias.
¡Esperemos que reaccionen a tiempo! para que nunca lamenten lo que hacen con su Espíritu, alma y cuerpo, que diariamente defienden al sistema inmunológico, y en lugar de valorarles y darle mucha paz, le dan mucha más carga con sus acciones erróneas y necedad y por ello muchos exterminan a su propio mundo.
¡Esperemos que reaccionen a tiempo! para que nunca lamenten lo que hacen con su Espíritu, alma y cuerpo, que diariamente defienden al sistema inmunológico, y en lugar de valorarles y darle mucha paz, le dan mucha más carga con sus acciones erróneas y necedad y por ello muchos exterminan a su propio mundo.
Quien
despiadadamente extermina, también será exterminado y de la peor forma.
Jamás deben permitir que el odio les extermine, perdónense así mismos por creer en quienes ni siquiera saben lo que es amar.
Jamás deben permitir que el odio les extermine, perdónense así mismos por creer en quienes ni siquiera saben lo que es amar.
Ayuden y hagan el
bien a quien tenga autoestima y misericordia por su propia vida y a quien se
los pida, jamás se atrevan a ayudar a gente hipócrita, delincuente, violadora o
asesina, porque entes tóxicos terminará
lastimando, intoxicando, contaminando y
exterminando a sus cuerpos.
Recuerden que prójimo es: quien tiene
autoestima, ama, cuida, respeta y valora
a su cuerpo y a todo lo que le rodea.
Toda especie de
animal día a día sufre y pasan por muchos holocaustos y masacres. Esperemos que gente carnívora que come carne
llena de tanto sufrimiento, angustia, dolor y agonía, tome conciencia, recapaciten, se compadezcan
y tengan misericordia de ellos y de cada
cuerpo, porque lo que comen son cadáveres putrefactos que se transforman en microbios oportunistas revanchistas y vengativas que
atacan cruelmente al sistema inmunológico hasta exterminar igual o de peor
forma a causantes e inocentes.
Cuando Jesús de
Nazareth le dijo a un hombre: deja todo y sígueme en ningún momento se refirió
al dinero, le pidió que dejara toda acción errónea, que dejara de ser cómplice
de tanto holocausto de animales y así iba a evitar que haya mas transformación
de microorganismos virus, bacterias, parásitos y hongos revanchistas y
vengativos, ya que estos microbios hasta el día de hoy degeneran a las células
y generan energías despiadadas que provocan trastornos mentales, enfermedades
físicas y muchas energías son abortadas causando tanta contaminación,
accidentes, tragedias y desastres.
Jesucristo enseñó quien es prójimo. Porque cualquiera que sea infiel, desleal, engañe, estafe, ofenda, calumnie, difame, desprestigie,
viole, asesine, etc. Nunca puede llamarse prójimo.
Si consintieran y permitieran tanta humillación a donde quedaría la autoestima y el amor recto y correcto como les enseña el Arcángel Miguel.
Si consintieran y permitieran tanta humillación a donde quedaría la autoestima y el amor recto y correcto como les enseña el Arcángel Miguel.
Cuídense de entes hipócritas que
se disfrazan de ovejas y por dentro son lobos feroces.
Que nadie les calle y al que le cae el guante que se lo chante.
Que nadie les calle y al que le cae el guante que se lo chante.
La verdad es mejor que un látigo que
duele pero que esos sinvergüenzas se soben y bien, para que enmienden sus
errores y dejen de burlarse de los sentimientos y dejen de estar comportándose peor que víboras.