El Espíritu de Dios a través de su cuerpo que es un reino
de los cielos siempre corrige a través de palabras iluminadas con mucho poder,
autoridad, coraje y valentía para que muchos enmienden sus errores y también
sean iluminados y tengan Amor que transmitan mucha paz y den Vida.
La hipocresía, la avaricia y la traición, son las peores
enfermedades que contamina y envenena la mente. Por ello cada uno debe dar paz y eviten lastimar y exterminar a su
cuerpo que es su propio mundo.
Aunque legiones de microorganismos y energías oportunistas
y despiadadas ataquen a muchos cuerpos, jamás podrán impedir que los hijos
amados de nuestro Padre del Universo, de nuestra madre naturaleza y de nuestros
hermanos Celestes, Angelicales y Espirituales; corrijan, rescaten, ayuden,
consuelen, orienten y renueven de infinito Amor a muchas almas desorientadas y
confundidas que sufren diariamente, porque ignoran que Dios da vida en
abundancia y es bueno y misericordioso.
La materia y la energía nunca se destruye, porque solo se
transforma y lamentablemente muchos por ignorancia energética y/o espiritual, por ser crueles y despiadados, por seguir dañando y siendo cómplices de tantos
holocaustos, en su próxima transformación serán animales irracionales y ahí se
acordarán de todo lo que hicieron y a ver si se burlarán y les causará risa
cuando los lastimen y los exterminen sin piedad.
Los pobres de Espíritu, ignorantes y burlones en lugar de
burlarse, de ser ociosos y estar ofendiendo a las personas que quieren lo mejor
para el planeta, dedíquense a educarse e instruirse por convicción y lean sin
ambición Anatomía, Biología, Química, Bioquímica, Microbiología, Inmunología, Patología, Semiología y Metafísica,
para que cuiden, respeten, valoren, defiendan y protejan a su cuerpo y sepan
quien enferma y quien extermina y así evitarán que otros les engañen .
Los que engañan, ofenden y lastiman por sus propias palabras
ofensivas y maldicientes, por sus propias energías despiadadas, por sus
acciones erróneas y por sus propios instintos e impulsos crueles serán juzgados
y condenados, y nunca se atrevan a culpar a Dios ni a nadie por comportarse
peor que bestias irracionales y depredadoras, ya que cuando los microorganismos
transformados en virus, bacterias, parásitos y hongos vengativos y despiadados
les estén causando mucho dolor y estén carcomiendo lentamente a sus órganos y a
sus células y peor aun sus cuerpos estén siendo exterminados; quienes
ofendieron, lastimaron e insultaron se acordarán de su ignorancia, de sus
propias palabras y de sus ofensas.
Toda esta transformación de sufrimiento, angustia, dolor,
agonía, revancha y venganza; acabará, cuando todos reconozcan sus errores y las
enmienden para que tomen conciencia y hagan de su cuerpo un mundo de absoluta y
perfecta paz que genere buenas energías que transmitan paz a los demás mundos y
acaben para siempre con tanto temor, engaño, odio y muerte.
Aunque muchos cuerpos buenos pasen por mil ofensas,
pruebas, tentaciones, problemas, malestares, síntomas, trastornos,
enfermedades, adversidades y obstáculos el Espíritu de luz jamás les
abandonará, y les ayudará, les consolará, les renovará, les iluminará, les
sanará, les prosperará y cada uno será imagen y semejanza de un Dios de Amor y
paz.