viernes, 24 de agosto de 2012

La Verdad es mejor que un látigo que duele pero que da Vida.


La Verdad es mejor que un látigo que duele pero enseña a perdonarse así mismos para que enmienden sus acciones erróneas y tengan un Amor misericordioso que les de Vida en abundancia y la compartan.
Chismear, maldecir, decir mal, mal hablar, calumniar, es propio de la hipocresía, más vale decir solo la verdad aunque duela porque enseña a enmendar los errores. Despiadado es odiar juzgar, castigar y condenar. Bueno es amar, defender corregir y orientar para que muchos enmienden sus acciones erróneas y hagan de sus cuerpos mundos de perfecta  paz.  
La mejor manera de equilibrar y canalizar la buena energía es respetar la Vida de todo ser vivo, tener buenos sentimientos y compasión con todo lo que les rodea para vivir sin remordimientos, sin molestias, sin trastornos y sin ninguna clase de enfermedades para renovar de Amor todos los alimentos que entren a su cuerpo y esas buenas energías sean canalizadas para bienestar de todos.
Encontrarse así mismo le guiará a hallar el Amor en su propio mundo para disfrutar de la mejor riqueza que es Vida en abundancia para compartirla con toda la humanidad que se encuentra así mismo.
Así que procuren vivir en paz para que generen buenas energías que ilumine y corrija a los que aun están en medio de la oscuridad provocando sufrimiento, angustia, dolor y agonía con falsos argumentos, así conocerán a un Dios de Amor y cambiarán de actitud y transmitirán esa misma paz a los demás.
Si cada uno sabe en su conciencia que están obrando bien en la Vida; sus emociones, sus sentimientos, sus pensamientos, sus palabras, sus acciones y sus hechos serán los mejores abogados y testigos que les defenderá de quien sea y de lo que sea.
Los que creen y aceptan al Espíritu de Dios y son imagen y semejanza de su Amor, de su Verdad, de su Perdón y de la Vida en abundancia que les da, son muy alegres, bailan, cantan, se visten como les agrada, viven en paz, porque aman, cuidan, defienden y protegen a su cuerpo porque es su propio mundo, por ello corrigen con palabras sabias e iluminadas con mucho poder y autoridad para que también muchos reconozcan y enmienden sus errores y jamás levanten falso testimonio, ni lastimen, ni juzguen ni condenen a nadie, ya que cada uno tiene un libre albedrío para hacer de su cuerpo un reino de Dios de perfecto Amor, paz y alegría.
Y los que con mucha astucia se escudan y usan el nombre de Jesucristo para inventar que es un dios de temor y castigador, solo se auto castiga con sus palabras y acciones erróneas transformadas en despiadadas que harán de su propio cuerpo un hades, un infierno, un abismo de terror y sufrimiento hasta exterminarlo.
Ningún ente despiadado, haga lo que haga, jamás podrá apropiarse de la voluntad de ningún ser bondadoso y misericordioso, porque el Espíritu de Dios les dio valentía, fortaleza y coraje para corregir, defenderse y protegerse los unos a los otros  y jamás callar su sentir, para que los causantes de tanta enfermedad, trastorno, pobreza, sufrimiento, angustia, dolor, agonía, revancha, venganza, conflicto, guerra, tragedia y desastres, al fin recapaciten y acepten que Dios es un Dios de Amor, de Verdad, de Perdón y que también les puede dar Vida eterna, para que todos vivan en paz en armonía con nuestro Padre del Universo, con nuestra Madre Naturaleza, con nuestros hermanos Celestes, Angelicales y Espirituales para derrotar para siempre a los cuatro apocalípticos que causan  temor, engaño, odio y la muerte.