En el reino del mar el gobernante más anciano, decidió descansar y nombrar como gobernante al delfín más noble y bueno del
reino.
Los tiburones, las anguilas, los pulpos y casi todos
los depredadores agresivos del mar, protestaron y dijeron que no era posible
que un débil delfín gobernara el reino del mar y que para eso estaban los
depredadores que eran los mas fuertes y que el más agresivo debería ser
nombrado rey.
Las ballenas, los delfines, las focas, los calamares, las potas, los lobos de mar,
los caballitos de mar y casi todos los habitantes del mar, aceptaron y dieron
su voto, para que el delfín noble gobierne el reino del mar. A pocos días del
nombramiento del delfín noble, falleció el gobernante anciano.
El delfín noble fue nombrado rey y dio su primera
ley, que fue “la ley del respeto a la vida” y dio la orden que a partir de ese
día ningún habitante iba a matar a nadie y que todos los habitantes del
mar se iban a alimentar solamente de frutos, legumbres y granos, que los
humanos iban a proveerles a partir de ese día.
Los depredadores dijeron entre ellos: ¡este delfín
esta loco! como se le ocurre tener acuerdos con los humanos, que son más
depredadores que nosotros y encima quieren matarnos de hambre con esos
alimentos que nunca hemos comido y fue así que se pusieron de acuerdo a hacer
huelga y se fueron a reclamar al reino.
El tiburón más agresivo gritando dijo: ¡Señor delfín, vengo en representación de mis hermanos para que la ley que acaba de dar sea
abolida, porque nosotros estamos acostumbrados a matar para comer, además que
si no matamos se va a llenar de habitantes el mar!
El delfín noble dijo: Para ello ya hay solución,
porque hoy mismo también daré la misma ley que los humanos establecieron en su
reino terrenal y a partir de hoy machos y hembras también serán esterilizados.
Los depredadores agresivos empezaron a gritar en coro!: Tu estas loco !¿Que te
pasa? ¿Como se te ocurre que vamos a perder la oportunidad de ser padres?!
El delfín noble dio la orden que todos los
habitantes del mar se reunieran en ese mismo instante. Fue así como todos se
reunieron. El delfín noble anunció “la ley de esterilidad para machos y
hembras”. Todos los habitantes estaban de acuerdo menos los depredadores
agresivos.
El tiburón más agresivo dijo: Quien te has creído
tú para que nos prohíbas de matar para comer y ahora quieres dar la ley para
que nos esterilicen y nos prives de ser padres, no te das cuenta que un hogar
sin hijos no es un hogar.
El delfín noble dijo: Tienes mucha razón en lo que
hablas tiburón, es por eso que la primera ley que di es “la ley del respeto a
la vida”, ya que todos los cuerpos son: un mundo, un microcosmos, un hogar
donde en cada uno de ellos hay abundante vida y cada célula y energía de
nuestro cuerpo es un hijo que se merece mucho respeto, cuidado y amor y de
igual manera debemos respetar la vida de todos nuestros hermanos que merecen
vivir en su propio hogar.
El tiburón más agresivo le dijo: ¡estás loco de
donde sacas semejante locura!
El delfín noble dijo: analiza bien lo que has
dicho: “un hogar sin hijos no es hogar” y “los hijos sin hogar tampoco son
hijos”. Los hijos son cada célula y energía que habitan en nuestro cuerpo que nos
dan vida y sin vida no hay cuerpo, no hay mundo, no hay microcosmos, no hay
hogar y viceversa. Durante mucho tiempo fuimos timados de ignorantes y nos
acostumbramos a falsas leyes, tradiciones y costumbres, y fuimos asesinos compulsivos porque matábamos para comer sin importarnos el sufrimiento, la
angustia, el dolor y la agonía que causábamos a nuestro propio cuerpo y a los
cuerpos de nuestros hermanos, ya que todo cadáver es transformado en virus,
bacterias, parásitos, hongos oportunistas y despiadados, y por revancha y
venganza dominaban a nuestros cuerpos como títeres, marionetas y robots, para
que nos exterminemos unos a otros en este reino y en todos los reinos. Esto lo
aprendí gracias a una noble mujer humana que es gobernante en la tierra que se
sentaba en la orilla del mar y me enseñó todo lo que les he dicho, y fue así
como ella abrió mi entendimiento y me habló de la causa y el efecto, por eso es
que todo este tiempo los humanos también fueron controlados y manipulados por
estos microorganismos oportunistas, que por causa de nuestra ignorancia y por
haberlos asesinado fueron transformados en microbios despiadados y por
competencia, revancha y venganza nos han
hecho la guerra y nos hemos estado exterminando unos a otros en todos los
reinos. Por eso es que tuve un acuerdo con esta gobernante noble mujer humana, que
con otros humanos que también respetan la vida, ellos diariamente nos proveerán de
frutos, legumbres y otros alimentos sanos, que incondicionalmente nos ofrecen
con mucho amor nuestros hermanos mayores que son los árboles y plantas, que se
cultivan en cantidad en la tierra y nos dan vida a todos los reinos, porque nos
dan a cada segundo oxígeno puro, y la mayor alegría es que los humanos nunca
más contaminarán el reino del mar, echándonos basura y excrementos, porque
hemos hecho un juramento de paz con todos los reinos y toda especie de animales,
que también son humanos, porque respetan la vida de todos nuestros hermanos y todo
ello le agradecemos a nuestro Padre del
Universo, a nuestra Madre Naturaleza y a nuestros hermanos Celestes,
Angelicales y Espirituales que son un solo Dios de Amor, que nos dan vida
porque nos proveen de luz, agua, oxigeno y alimentos puros para que vivamos en completa y absoluta paz.
Los depredadores y todos los habitantes se miraban
unos a otros, avergonzados se pidieron perdón y lloraron de arrepentimiento y
humildemente aceptaron “la ley del respeto a la vida” y “la ley de la
esterilidad”.
A partir de ese día hubo mucha Vida, Amor, paz y
alegría en el reino del mar y en muchos reinos, ya que nunca más volvieron a
matar ni a sacar a sus hijos de sus cuerpos que eran sus propios mundos, se
amaban, cultivaban abundante arboles y plantas, y respetaban la vida de todos
los reinos, y vencieron y derrotaron para siempre al temor, al engaño, al odio
y a la muerte.