La religión divide a todos.
La Espiritualidad une a todos. La religión son muchas.
La Espiritualidad es una sola. La religión fue formada y existió de la nada.
La Espiritualidad es renovada, existe y esta aquí ahora. La religión atrasa, transforma e involuciona.
La Espiritualidad cambia, renueva y evoluciona. La religión bloquea el entendimiento.
La Espiritualidad abre el entendimiento. La religión enseña lo que le conviene en beneficio propio.
La Espiritualidad enseña la verdad en beneficio de todos. La religión inventa a un dios de temor que prueba, tienta, enferma, juzga, condena, mata y destruye.
La Espiritualidad muestra a un Dios de Amor, de Misericordia, de Paciencia, de confianza, de Verdad, de Perdón, de Vida y de Esperanza. La religión desorienta para desviarles y llevarles al camino de su dios de temor.
La Espiritualidad orienta para llevarlos al camino de un Dios de Amor. La religión manipula con leyes creados por ellos, para controlar, amedrentar, causar temor y acondicionar.
La Espiritualidad da palabras de Vida, para dar libertad, confianza y un Amor incondicional. La religión prohíbe e invade la libertad de los demás.
La Espiritualidad valora y respeta la libertad de todos. La religión critica, juzga, condena, castiga, oprime y subyuga.
La Espiritualidad, comprende, consuela, cuida, defiende, protege y ayuda. La religión se escuda y enseña con un solo libro, para engañar y controlar a sus adeptos.
La Espiritualidad da su Sabiduría Divina y Suprema, para que todos sean libros vivientes y enseñen libremente. La religión inventa reglas dogmáticas, para tener el control de sus engaños.
La Espiritualidad da libertad, para que todos investiguen, cuestionen y razonen. La religión ata a las neuronas y a las energías, para que sientan temor.
La Espiritualidad libera a las neuronas y a las energías, para que sientan Amor. La religión llena la mente de falsos argumentos, las esclaviza y las encierra.
La Espiritualidad abre la mente, para que las energías, las emociones, los sentimientos y los pensamientos entren y salgan libremente. La religión manipula, hechiza, hipnotiza, domina, controla y consiente.
La Espiritualidad ama, cuida, respeta, valora, libera y corrige. La religión vive del pasado y del futuro.
La Espiritualidad vive hoy, ahora, en este instante, en este momento, en el presente. La religión causa desconfianza, rencor, temor, guerra, amargura, dolor y muerte.
La Espiritualidad da confianza, perdón, Amor, Paz, Alegría, consuelo y Vida. La religión crítica, humilla y denigra.
La Espiritualidad es humilde, levanta, ayuda y orienta. La religión fascina con ilusiones, fantasías, apegos, obsesión, posesión y ambición, para llevarles al desierto y tengan deseos y sed de amar.
La Espiritualidad enseña la verdad, el camino, la realidad, la luz y la Vida para que sean un oasis que calmen el fuego y la sed de amar. La religión oculta la verdad, para lucrarse y enriquecerse del dolor de los demás.
La Espiritualidad muestra la verdad, para enriquecer a todos con la Vida en abundancia que les da. La religión se ilusiona y sueña con llegar algún día al paraíso.
La Espiritualidad despierta y enseña la realidad y la Verdad que es tu cuerpo y ahí se encuentra el paraíso. La religión cree en la vida eterna después de la muerte.
La Espiritualidad da Vida Eterna hoy, para los que confían en el Espíritu de un Dios vivo. La religión confunde, para llevarlos al abismo en un mundo de tinieblas y oscuridad.
La Espiritualidad les guía, para llevarlos al reino de los cielos, a un nuevo mundo de perfecto Amor y paz. La religión nunca fue Dios ni estuvo ni estará ahí.
La Espiritualidad es libre y es un solo Dios (Padre del Universo, nuestra abnegada Madre Naturaleza, nuestros hermanos Celestiales y Angelicales) unidos a todos los que ahora decidan acercarse voluntariamente a su Espíritu de Amor incondicional.