viernes, 26 de junio de 2020

Ni les importa su vida ni la vida de los demás.

Algún momento todos se han puesto a pensar porque a los inhumanos involucionados, irracionales, a delincuentes perversos, a ladrones, a estafadores, a los Apocalípticos y a los Anticristos ningún microbios patógenos (virus, parásitos, bacterias, hongos, etc) ni falsos dioses que son entidades vilmente castigadores satánicos y demoníacos ni los atacan ni los enferman ni les hacen nada ni los empobrecen ni los matan y entre ellos son cómplices, se cubren, se alcahuetean y se tapan todo lo malévolo y perverso que hacen...
La respuesta es porque esos inhumanos tóxicos son sus adeptos, sus seguidores, sus siervos y sus esclavos masoquistas y sin autoestima que ni les importa su vida ni la vida de los demás y de esa forma por medio de ellos puedan alimentarse, beber y gozar de placer con el sufrimiento, angustia, dolor y agonia de la humanidad, que desconoce e ignora cual es la real razón y la realidad de todo el disfraz, que esas entidades han hecho para seguir conquistando, cautivando, atrapando, cazando, lastimando, exterminando y devorando a quienes caen en sus astutas y sucias trampas...
Esa gente es muy tóxica, venenosa y contaminante que degenera células y energías y las aborta y las vomita aún a la distancia y lo hacen subliminalmente a través de medios de comunicaciones y comentarios falsos y engañadores que son chips que atan, fascinan hipnotizan, manipulan dominan y controlan como siervos esclavos, títeres, marionetas y robots...
Por los hechos y las actitudes cada uno es fácil de reconocer...
Esa gente toxica y perversa se disfraza de personas buenas para falsear y disfrazar la realidad, engañar, lastimar, enfermar empobrecer y exterminar a incautos que tontamente creen en patrañas y disfraces, se acobardan y tienen mucho temor, angustia, terror y cobardía...
¡Esa es la verdad! que es como un látigo para quienes son tercos y burlones de si mismos, que se rehúsan y se resisten a cambiar para ser libre y aceptar que también pueden llegar a reaccionar, recapacitar, evolucionar y empezar a valorar que está dentro del cuerpo de un ser humano evolucionado, racional evolucionado y pensante para ser feliz y brindar paz y también decida voluntariamente ser un obrero espiritual que forme parte de la obra y labor Universal del trino Cristo Dios Padre del Universo, de la Madre Naturaleza y de su Hijo Amado que da libertad a quienes amen ser libres de tanta perversidad, de tanto apego, de tanta injusticia y de tanta falsedad.