Durante muchos siglos hubieron profetas, maestros espirituales y hasta el día de hoy hay personas buenas que hablan por medio del Espíritu de Dios alertando, advirtiendo, previniendo, orientando, sugiriendo, corrigiendo, instruyendo y dando soluciones para cuidar y proteger a su Espíritu, alma y cuerpo para acabar con tanta maldad, enfermedad, problemas, conflictos, guerras, tragedias y desastres...
Algunos escucharon y escuchan y son felices y viven en paz en su propio hogar, en su propio templo, en su propio mundo y con su propia vida, sin hacerle daño a nadie...
Y otros hacen caso omiso y prefieren seguir dando vueltas en sus círculos viciosos de perversidad, siendo transformados en entes de la oscuridad y despiadados, que engañan, envidian, lastiman, dañan, calumnian, roban, violan, secuestran y exterminan su propio mundo, a su propia vida, a toda la humanidad y todo lo bueno que ha creado nuestro Dios de Amor, rectitud y misericordia...
E ahí la importancia de saber escuchar y poner en práctica lo que entendió para dejar que el mismo Espíritu de Dios, que estuvo en Jesús de Nazareth les siga instruyendo, cuidando, defendiendo y protegiendo hasta que todos hayan logrado renovar todo en AMOR, que les libere de enfermedades y hasta de la misma muerte y sigan teniendo abundante vida.
!Todo es posible para quien es persona bondadosa, cree y tiene Fe!...
¡Levanten ese Espíritu de lucha y poder!
Está bien que descarguen todo lo que lleven dentro, así se liberan de todo lo que pueda dañar su vida...
Lloren, griten y digan todo lo que tenga que decir y una vez que se liberen de esas malas vibras y carga negativa...
¡Sigan adelante que nada ni nadie les detenga!
La vida continua y demuestren a gente toxica, inhumana, ingrata y despiadada, que la mejor riqueza que jamás se compra ni se vende ni se hipoteca es: “LA VIDA” y que se debe valorar transmitiendo paz a toda la humanidad.