Desde hace siglos el Trino Cristo Dios envío y envía a su Espíritu, a Arcángeles, a Ángeles, a seres iluminados, a buenos profetas y a maestros Espirituales para que enseñen y compartan los mensajes de salvación, orientación, corrección, alerta, prevención y advertencia con todos para que se mantengan fieles a las buenas enseñanzas y muchos conozcan la verdad que les hace libres de tantas ataduras, de tantos engaños y de tantas falsedades...
Los falsos dioses y sus engendros demoníacos hacen la guerra atacan, lastiman, derriban, exterminan y transforman a muchos cuerpos o micro universos a micro habitantes y a ejércitos de defensas que con mucho valentía a cada segundo luchan y batallan para vencer a legiones de engendros demoníacos que son enviados por entes satánicos muy perversos y sádicos que disfrutan y gozan de placer con el dolor ajeno...
Se les viene diciendo lo mismo una y otra vez y lamentablemente ninguno entiende nada de lo que se les dice...
Si lo entendieran evitarían cometer errores e injusticias que afectan la salud, la vida y la economía de quienes forman parte de la obra y labor universal...
La lucha y la batalla cada día es muy dura ya que los obreros son escasos porque la mayoría son frios y tibios que ven solo por sus propias conveniencias y por su propio beneficio...
Los inhumanos y los tibios ni sienten ni padecen porque todo se la llevan fácil porque ni se cargan ni cargan con sobrecargas muy pesadas ...
Deben entender que la realidad es una gran verdad que se enfrentan a cada segundo con legiones de engendros demoníacos transformados de mil formas que atacan sin piedad a quienes forman parte de la obra y labor universal ...
Y eso sucede por ayudar a conocer la verdad a otros y por seguir corrigiendo a tibios que conociendo la verdad abren puertas a esas entidades satánicas y demoniacas con sus viles actitudes y hechos negativos...
Que mas quieren ver que suceda para entender que deben decidir voluntariamente despertar, razonar, cambiar y evolucionar radicalmente para hacer de cada cuerpo un Reino de los Cielos donde hayan ejércitos de obreros que también decidan formar parte de la obra y labor universal y liberen a tantos cuerpos, células y energías que fueron raptadas, secuestradas, maltratadas y transformadas por entes satánicos y demoníacos.