En una escuela de primaria mixta había un muchacho llamado
Chantajista y se hizo amigo de una bella muchacha, cuando terminaron sus
estudios primarios se distanciaron y después de varios años se volvieron a
encontrar en el Instituto donde ella estudiaba enfermería y él prótesis dental,
ambos salían juntos e iban al cine y después de un año le propuso ser su
enamorada y ella lo aceptó, él era aparentemente un buen hombre, porque era muy
cariñoso y la llenaba de muchos detalles, al igual ella también hacia lo mismo.
Después de unos meses de enamorados, chantajista se
volvió un hombre obsesionado, lleno de celos y
le prohibió tener amigos, que dejara de maquillarse y que dejara de
ponerse pantalones y vestidos apretados ni escotados.
Ella le dijo que nunca iba a permitir que él le
prohibiera nada, día a día la empezó a hostigar con sus celos y su
desconfianza, así que ella decidió terminar con chantajista y él la amenazó que
si lo dejaba se iba a suicidar, ella le dijo que no iba a aceptar su chantaje
sentimental y ese mismo día ella le contó lo sucedido a su familia y se fue a
vivir lejos del barrio a la casa de una tía y se cambió de Instituto para
seguir estudiando.
A los cinco días la bella muchacha por medio de una
amiga se enteró que chantajista estaba muy grave internado en el hospital por
intento de suicidio, porque había tomado una sobredosis de medicamentos.
Ella se preocupó tanto que tomó el primer carro y
fue al hospital a verlo.
Chantajista llorando le rogó que no lo dejara y que
la amaba mucho.
Ella le suplico que por favor la dejara vivir en paz y que el también sea feliz.
El le dijo que le diese una oportunidad y que esta
vez nunca más le iba a celar. A ella le dio tanta lástima que le dio esa
oportunidad, a los días salió del hospital.
Pasaron los meses y él siguió con sus celos
enfermizos, ella habló con los padres de chantajista respecto a sus celos y se
enteró que el siempre fue así con todas sus enamoradas y que recibía
tratamiento psicológico y por eso tomaba pastillas para dormir. Ella soportó
esa situación durante medio año y trataba de verlo esporádicamente para evitar
sus celos, hasta que llegó el día que decidió acabar con esa relación que la
estaba asfixiando y estaba descuidando sus estudios y trabajo.
Ella fue a su casa y delante de él le dijo a sus
padres que no podía seguir con su hijo porque ella iba a terminar peor que él,
ya que todo el cariño que sentía por él, se había esfumado y por temor que
volviese a atentar contra su vida aceptó a seguir con él.
Chantajista delante de sus padres empezó a gritar
que si ella lo dejaba estaba vez si iba acabar y para siempre con su vida, sus
padres le rogaron a ella que por favor no lo dejara.
La bella muchacha los miró con lágrimas en los ojos
por la impotencia e indignación y salió corriendo de esa casa.
Era tanta la presión que Chantajista tuvo con sus
celos, que ella decidió irse a un Psicólogo para que la orientara que debía de
hacer para librarse de ese hombre obsesionado, el médico le dijo que era muy
difícil librarse de esa clase de gente y que le hiciera una denuncia por
chantaje sentimental e intento de suicidio y que se alejara lo mas lejos que
pueda.
Inmediatamente ella contrató un abogado e hizo la
respectiva denuncia y decidió irse de viaje sin retorno y le pidió a su familia
y amistades que pasara lo que pasara con Chantajista no se lo comunicaran.
Fue así que ella se fue a vivir a otro país durante
un tiempo, allí conoció a un gran hombre con él cual se casó y le contó sobre
la relación de enamorados que tuvo con Chantajista, su esposo le dio tanto amor
que le hizo olvidar toda esa horrible pesadilla que vivió.
Pasados los años ella regresó a su país y se enteró
que chantajista estaba en la cárcel por homicidio y por haber violado a su
sobrino menor de edad, ya que el hermano descubrió que Chantajista tuvo
relaciones sexuales con su esposa y con su menor hijo y fue a reclamarle a
Chantajista, él lo agarró a golpes y Chantajista con un cuchillo le cortó la
yugular y mató a su hermano.
Esa experiencia fue la peor pesadilla que la bella
muchacha vivió, pero agradeció a Dios que la haya librado de haberse casado con un psicópata
que le hubiese arruinado la vida.